Cada día nace el fruto de una semilla en alguna parte del mundo, alguien la dejó caer, o un ave la transportó a tierra fértil desconociendo por entero si crecería y se convertiría en árbol…
Nacemos únicos, como seres originales de la tierra, cada quien con los dones por los que hemos sido concebidos para la vida, y como si fuera parte del destino, rechazamos y atraemos elementos, rozamos, tocamos y nos separamos, hasta que un día todo tiene sentido, y hallamos el lugar donde quedarnos para siempre…
Somos el fruto que necesita conocer el orígen de su propósito para amar, la naranja tan igual a nosotros aunque haya nacido en un continente distinto, igual en complemento, en la integración de defectos y virtudes, en carácter y tranquilidad, donde no notas que tan ácido o dulce se es, sino disfrutas el sabor que crean juntos cuando se mezclan…
Mi Naranja es la más ácida que he podido conocer, en luna nueva o invierno tiende a ser dulce, el resto del tiempo suele seducirme con su aroma y ese color que con el sol refleja luceros en mis ojos cuando le miro…
Mi naranja es de un lugar lejano, donde para acercarme debo cortar la rama que me une al árbol que me dio orígen, no sé si ha sido la agudeza de mi olfato ó el mismo viento que me recuerda que aun en la distancia le tengo conmigo, como si las raíces que me sujetan me nutrieran de ella, como si me regalaran cada día sus pensamientos…
...Y enamorados hablamos de naranjas, de mitades, yo en cambio no hablo de mitades, sino de seres completos, porque si fuera una mitad, ésta estaría tan seca con el tiempo que al unirse a otra jamás encajaría…
Flor M.PeñaCRecuerda Visitar: www.seremejorquecoelho.blogspot.com