Uno de los regalos más originales que he recibido ha sido la quinta edición de Algo (de 1892), de Joaquín Bartrina, uno de los precursores del vanguardismo. Leyendo los poemas del libro no dejo de sorprenderme y de admirar el lenguaje directo y las expresiones e imágenes.
Enciendo también las velas, obsequio de la conspiración. Saúl trajo un libro sin cubiertas y el número 13 los poemas de Whitman traducidos por Eduardo Moga. Medio siglo.