Tener, al mediodía, abiertas las ventanas del patio iluminado que mira al comedor.
Oler un olor tibio de sol y de manzanas. Decir cosas sencillas: las que inspiran amor …
Beber un agua pura, y en el vaso profundo ver coincidir los ángulos de la estancia cordial.
Palpar, en un durazno, la redondez del mundo. Saber que todo cambia y que todo es igual.
Sentirse, ¡al fin!, maduro, para ver en las cosas nada más que las cosas: el pan, el sol, la miel…
Ser nada más el hombre que deshoja unas rosas, y graba, con la uña, un nombre en el mantel. ..
Jaime Torres Bodet
Publicado por: gogolEtiquetas: Frases de reflexión, poesia, reflexiones