Si fuesen sólo mis simples,
si a deshora de mi lengua
mi oreja delantera
atrasase su niebla
una moneda o dos instantes.
Si fuesen sólo mis simples,
si mis lunes no fuesen hijos,
si el ombligo común vistiese
mi cartílago amarillo.
Si fuesen sólo mis simples,
si cesando en mis dedos
mi jaula avanzase sus pájaros
una ceniza o dos eneros.
Si fuesen sólo mis simples.
Ilustración: The Window, Jindrich Pilecek