No creo que los de dentro se quejen por lo tarde que llegues. Yo los imagino en su cielo particular, tranquilos. Lo más parecido al alivio que se experimenta cuando por fin lo dejan a uno en paz, sentados al filo de sus tumbas, con las manos entrelazadas, algunos incluso se rascan una pierna o piensan en las musarañas. Miran las otras tumbas, se dan un paseo, esperan a los seres queridos. Hacen bien.
Si mi padre está de esa guisa, seguro que ahora está colocado a mi lado mientras los dos observamos su lápida. Por supuesto, sin palabras. Él no hablaba en vida excepto lo imprescindible.No le molestaré. Me imagino que descansa ante su tumba, con pies firmes en el suelo, los brazos cruzados tras la espalda, la cadena del reloj de bolsillo a medio caer y el paraguas rodeando la muñeca.
Memoria de un sueño
Andrés Gallego
Momentos musicales:
No es serio este cementerio - Mecano - https://www.youtube.com/watch?v=4XXpg65qS34