Con este breve artículo pretendo que potencies tu capacidad para recordar una imagen, y seas consciente de la importancia de la atención en los procesos nemotécnicos.
Al ver una postal, una lámina de un cuadro o una simple portada de revista, se activa desde nuestro cerebro una respuesta: tendemos a identificar la imagen, si ésta ha sido vista previamente, o a asociarla con otras de características similares en el caso de que sea nuestra primera observación.
Nuestra capacidad y el tiempo de respuesta dependerán del impacto que haya provocado la imagen en nosotros mismos en las visualizaciones anteriores, las asociaciones que se produzcan con emociones, y las situaciones que evocan, pero, en ocasiones, nuestra capacidad de respuesta para los estímulos visuales es demasiado pobre.
La memoria fotográfica o visual nos capacita para recordar con nitidez imágenes vistas previamente. Como resulta lógico, este recuerdo será más vivo cuanto más capaces seamos de retener los detalles en nuestra mente, pero ¿cómo podemos potenciar esta habilidad?
Existen ejercicios sencillos que multiplican nuestra capacidad, a cambio de dedicarle unos minutos diarios. Hoy te propongo el más sencillo. Para llevarlo a cabo, tan solo necesitarás una revista, un libro con fotografías, o una colección de postales.
- Elige tu material, y decántate por una fotografía cualquiera.
- Obsérvala alrededor de un minuto.
- Apártala de tu vista, e intenta recordar sus detalles.
- Vuelve a mirar la fotografía y comprueba tus errores.
Tras unos días de intentos, ¡te sorprenderán tus progresos!.