Estaba en la frutería tratando de recordar algo que quería comprar: nunca lo he usado y no recordaba cómo se ve. "Algo que le ponen al arroz", le dije al señor frutero. No sé si él o yo propusimos: "azafrán". El propuso también "jengibre". Y pensé que azafrán; pero no (de todas formas no había). Lo que necesito es epazote. Quiero hacer sopa de tortilla con epazote.
Más vale que tome cartas en el asunto de mi memoria.
Hace unos días empecé un libro de Vonnegut. Abrí la carpeta correspondiente y elegí "Madre noche". Con las primeras líneas supe que ya lo había leído. No me acordaba para nada del título. De todas formas lo seguí leyendo porque le queda como anillo al dedo al "momento histórico". Sentí casi como si "debiera" releer.
Pero es muy común. Antes no me importaba no recordar títulos, autores o años de publicación; pero creo que al no darle importancia dejé que la "desmemoria" avanzara... como la nada devorando Fantasía en La historia interminable (escrita por Michael Ende, lo que puedo poner aquí gracias a Google, porque yo solo recordaba que es alguien con "n" y "d" en un apellido corto).
Con lo mental también aplica eso de "músculo que no se ejercita, se atrofia"; no son músculos, peo pasa igual.
Silvia Parque