Ya había comentado que me gusta mucho lo que hace Miriam Tirado. El video "Respira" fue una bendición para mí.
Hace unos días, después de ver "Cuando a las madres nos tratan de tontas", pensé en darme el gusto de escribir lo siguiente:
Estimada Doctora de consultorio bonito:
Yo sé que usted sabe que se equivocó conmigo. Téngalo presente. No ponga a otros bebés en riesgo de muerte. Mire la expresión de la foto que está en su título, y trate de recuperar el compromiso que seguro tuvo cuando empezó a ejercer.
Desagradable Anestesióloga:
No le vi la cara ni conocí su nombre: no tuvo la amabilidad de presentarse conmigo, como no tuvo ninguna otra amabilidad. Y eso está mal, ¿sabe por qué? Porque en el quirófano, y en donde trate con pacientes, usted está para servir. Si eso le parece denostativo, revise de qué se trata la carrera de medicina.
Tenía en sus manos ayudar a que un proceso maravilloso pudiera ser disfrutado; en cambio, fue grosera, atreviéndose a regañar a una mujer en su momento más vulnerable, y no tuvo interés por atender la ansiedad que producía el efecto de lo que usted estaba haciendo. Si cree que eso no es parte de su trabajo, se equivoca, porque no trata con "cuerpos": trata con personas.
Nada más no le deseo que una de sus colegas trate a una hija suya como usted me trató a mí, porque su hipotética hija no tiene vela en el entierro, y porque me da miedo desear cosas malas; pero sería justo.
Horrible enfermera eficaz:
Es usted una persona ignorante e irrespetuosa. Pida a quien corresponda, que le envíen a un curso sobre lactancia materna, y que le enseñen a tratar a los clientes de su negocio. Le urge.
Silvia Parque