Revista Talentos
Se reunían, puntuales, todos los diez de octubre. Ninguno de los cinco escritores recordaba el motivo del encuentro. Su memoria se desvanecía. Olvidaron sus nombres completos. Conocían tan solo sus iniciales: dos C, dos J y una M. Los abrazos, sin embargo, continuaban siendo intensos, emotivos y vivos. Como siempre.