Le ofrecieron renovar el contrato. Él buscó en el bolsillo, apagó el dispositivo, sacó la pluma y estampó su firma.
Brindaron con un "¡gracias!". A los cuatro les iba bien. El alcalde licitando sin parar. La presidenta con su máster. El exministro gestionando tarjetas. La responsable de comunicación fabricando verdades.
Le ofrecieron renovar el contrato. Él buscó en el bolsillo, apagó el dispositivo, sacó la pluma y estampó su firma.
Le ofrecieron renovar el contrato. Él buscó en el bolsillo, apagó el dispositivo, sacó la pluma y estampó su firma.