Metáforas para cambiar el mundo
February 21, 2013 Barcelona, Pensamiento Nómada, Trocitos del mundo No commentsDesde hace unas semanas estoy en un estado hiperactivo que me obliga a leer cuanto cae en mis manos. Ya no es solo del viaje y la filosofía del viajero de lo que me interesa hablar, sino de todos esos temas transversales que se le van uniendo , porque viajar es al fin y al cabo vivir, y en esa línea recta que es nuestra propia vida se van ramificando unas y otras ideas y materias que confoman esa visión holística de un mundo plural.
He encontrado un libro que se llama “Sincronicidad”. Sin quererlo ni pretenderlo siquiera, en estos últimos días y semanas el señor Carl Gustav Jung, el que es para mí el psicólogo más grande de todos los tiempos, ha ido apareciendo intermitentemente en mi camino. Un día en boca de un psicólogo que me entrevista para su tesis, al siguiente un profesor que habla de él en sus clases, diversas sincronicidades que he ido observando últimamente. Y la penúltima de ellas es simplemente este libro. Y cuenta, en una de sus páginas, algo que me parece muy esperanzador:
“Dime cuánto pesa un copo de nieve”, preguntó el pájaro carbonero a la paloma salvaje.
“Nada de nada”, fue la respuesta,
“En tal caso debo contarte una historia maravillosa”, dijo el pájaro carbonero.
“Al empezar a nevar me posé en la rama de un abeto, cerca de su tronco. No nevaba mucho, no era una gran tormenta, no, era como en un sueño, no había heridas ni violencia. Como no tenía otra cosa mejor que hacer, me puse a contar los copos que se iban asentando en las ramitas y en las hojas de mi rama. Su número exacto fue de 3.741.952. Cuando el último de ellos se posó sobre la rama, sin pesar nada de nada, como has dicho, la rama se partió”
Habiendo dicho eso, el pájaro carbonero se alejó volando.
La paloma, que desde tiempos de Noé era una autoridad en esta materia, estuvo reflexionando un rato sobre la historia que le habían contado y por fin se dijo: “Quizá solo haga falta la voz de una persona más para que la paz llegue al mundo”
Así que sí, esa parece la clave. Sólo nos falta una voz más.
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