De forma casi inapreciable, Sergio se había convertido en un animal... político.
Revista Talentos
Sus acertados razonamientos se transformaron en discursos demagógicos, su impulsora iniciativa se ahogó en banales promesas, su natural elegancia degeneró en gesticulaciones prediseñadas, su respeto por los demás se tornó en convencimiento de que todos carecemos de inteligencia.
De forma casi inapreciable, Sergio se había convertido en un animal... político.
De forma casi inapreciable, Sergio se había convertido en un animal... político.