Mi amiga Jess me da i-risina a carcajás!!

He ido a visitar a mi amiga Jess y nada más entrar por la puerta de su casa, me he quedado fría. Porque la tiene como si estuviese viviendo en el Polo Norte y ¡eso que me echó un chal por los hombros! 
Entre tiritón y sorbito de café abrasador, se me iba cayendo la moquita escuchando sus palabras que me reconfortaban, porque cuando hablaba, algo de calor exhalaba, ((ya sabéis que no para de hablar, pero si le unimos que jugaba en su terreno, entonces solo atiende si le sacas la tarjeta roja amenazando con que te vas tú, pero fue imposible, porque le habían dado cuerda. Para mí que era que si paraba, la lengua se le congelaba, así que terminé comiéndome las 9 últimas pastitas que le habían sobrado de la Navidad del 2009)).

Me pasé toda la conversación como a ella le gusta, sin abrir la boca ((¡Porque la tenía llena, ¿qué os creéis?!)) y asintiendo con la cabeza ¡Cuesta tan poco hacerle feliz!, pero casi reviento. ((¡No penséis que por las pastas, que me cabía otra!)). Por no poder meter baza en la conversación, que giró tal que así:
- Pues sí, ahora iremos a hacer un poquito de caminata para bajar el cafetito con las pastitas y ya verás qué bien resulta el haber pasado un pelín de frío, por eso quité la calefacción antes de que llegaras, ¡ni lo habías notado ¿eh?!


Espatarré los ojos, tuvo que verlo, pero no hablé, no podía, temía atragantarme con la última pasta, ((que sepáis, hasta la próxima navidad, en su casa, el café a palo seco)), es que cuando me pongo a comer...
- Pues verás hija, las últimas averiguaciones son que pasar frío es efectivo.
-¿Efectivo para qué?, ((imaginaos que me salió en forma de grito porque me había tragado la pasta y me estaba quemando la lengua con el sorbitón de café, creo que lo pone así para que no note lo rancio del dulce, y lo peor es que durante unos días no saboreo la comida y me da por comer más y me salen michelines)).
- Pues para crear la Irisina.
- A mi el frío me crea risina, se me estira la cara y me castañetean los dientes, ¿lo ves?
- Irisina, hija, ¿no has oído hablar de ella, verdad?
Puse cara de pocos amigos mientras llevaba la lengua al paladar para buscar alivio a la quemazón, que por cierto me llegaba al estómago a pesar de que mi ombligo tiritaba arriba y abajo como en una pista de patinaje, ¡Señor, debíamos estar a menos 10 grados! ((Pensé en mi Hiroito y en su sake, no puedo deciros por qué, creo que es un acto reflejo)).
- No, la Irisina es una hormona que fabrica el músculo al ejercitarse y llega a la grasa y la destruye.
- ¡Uyyy pues no tengo yo grasa que destruir! ¡Hale, pon bajo cero la aguja del termostato!
- Ya lo ha alcanzado querida, como venías hoy, desconecté ayer la calefacción... Ains, yo siempre sacrificándome por tu bien. Pero te digo que solo destruye la grasa parda.
- ((¡No me lo digáis, no me lo digáis! Otra vez me la ha liado...)) Parda?
- Sí, la que contiene las mitocondrias que le dan ese color morenito.
- ¡Uy, en tu casa, se cumplen varios mitos hija, el de las mito-condrias no lo sé, pero el del calor del hogar, ¿eh?!
- Mujer, hace un poquito de frío, pero ya verás que ahora damos el paseo rapidito y así nuestros músculos fabrican la irisina y ¡adiós a los michelines!
- ((¡Ya salió el tercer mito, porque está esquelética, pero...)) ¡Vale! ((tenéis razón, por lo menos me calentaré en la calle)).
P.D.: "¡Ahora entiendo porqué los españoles tenemos fama de ser bajitos y regordetes, ¡está cantado!, por las mitocondrias que siempre están al sol que más calienta! ((no me lo digáis, no me lo digáis, os están castañeteando los dientes, juas, juas))"
{¡B U E N A_____S U E R T E!}
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