2014 fue el año en que vi por primera vez a mi cantautor favorito, Andrés Suárez, capaz de erizarme la piel y de vivir una noche única con su voz y sus canciones.
2014 fue el año en que terminé Un sueño de ti y empecé 1997, mil y una noches de insomnio. Dos libros que me llevan a pensar que mi sueño de publicar algún día no es irrealizable y que voy por el camino correcto.
2014 fue el año de mi graduación como maestro de educación primaria, de dar carpetazo a una gran etapa de mi vida que me ha dado mucho y muchos, de despedidas y de entender esa frase que dice que la universidad es una de las mejores etapas que uno puede vivir.
2014 fue el año en que por primera vez salí fuera de España, un viaje inolvidable en el que hasta los momentos menos buenos fueron grandes y dejaron esa cosita inexplicable clavada bien adentro que te hace sacar la sonrisila cada vez que los recuerdas.
2014 fue el año en el que por primera vez me perdí las fiestas de mi pueblo y comprendí aquella frase de que nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, perdí estar con mi gente y yo sin darme cuenta de hasta qué punto eso me podía matar. Habrá quien no lo entienda, pero los momentos que uno pasa esa semana son inenarrables.
2014 fue el año en el que de la noche a la mañana tuve que hacer las maletas e irme a vivir a otra ciudad, la cuarta en mi existencia, el año en el que de la noche a la mañana vi cambiar mi mundo de forma tan radical que apenas me di cuenta de lo que había pasado. Cuando lo hice, ya era demasiado tarde.
2014 fue el año en el que pasé dos meses deseando que no llegara el fin de semana porque ello conllevaba gritos, mal humor y fundirme en un estado tan bajo que me era imposible salir de allí, el año en el que entendí que uno nunca debería trabajar en algo que no le guste sino en algo que le fascine, solo así será capaz de ser productivo.
2014 fue el año en el que por primera vez me echaron de un trabajo y me llevaron a pensar que no servía para nada, el año en el que entendí cómo un duro momento puede marcar tu existencia para bien o para mal. Aunque ello me ha llevado a encontrar otro trabajo que me permite estudiar, ya que el gobierno no me da ninguna ayuda por creer que tengo mucho, cuando en realidad no tengo nada.
2014 fue el año en que empecé un Máster en sexología que, aunque me llenará de duros momentos 2015, sé que en un futuro solo me dará satisfacciones.
2014 fue el año en el que más eché de menos todo lo que tengo y, sobretodo, todo lo que he sido y soy, en el que me di cuenta de todo lo valioso que tengo y todo lo que merece la pena.
2014 es un año repleto de cosas que me guardo para mí, cosas que no lo definen como bueno o como malo pero que le dan pinceladas hacia un lado o hacia otro.
2014 ha sido, en definitiva, un año trampa, porque hay malos momentos que empañan todo lo bueno, mucho, muchísimo, que me hubiera llevado de él. Pero yo, como siempre, me quedaré con los buenos momentos, sobretodos con dos: esa despedida a los 4 años de carrera, que aunque parece un momento malo, yo lo recordaré con nostalgia, cariño y emoción; y ese viaje a Suiza que, desde la distancia, se ve lleno de momentazos que recordaremos siempre. Para el blog, ha sido un año con relatos, creo, de buena calidad, con esa nueva sección de música que tanto me llena, con más visitas por vuestra parte y con comentarios que me hacen querer seguir y no dejar esto nunca aunque tenga que buscar el tiempo debajo de las piedras.
Solo espero que 2015 sea un gran año, repleto de momentos inolvidables y que la nueva vida que se avecina en julio no me depare un cambio tan radical como el de este año. Bueno, me he hecho mayor a la fuerza, y eso también tiene sus cosas buenas.
En fin, os deseo un feliz 2015!
PD: Estaré encantado de saber cómo os ha ido a vosotros el año, ¿Bien? ¿Mal? ¿Qué habéis hecho? ¿Qué cosas os han pasado? ¿Qué esperáis para el 2015?
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