de Tamsyn Murray
Por fin, después de una época interminable de exámenes, os traigo la reseña de un libro que me leí por Navidades. No las tenía todas conmigo al empezar, porque era un libro que no me había llamado especialmente la atención hasta que cayó en mis manos inesperadamente. Y me alegra decir que me sorprendió gratamente. Gracias a Maeva por el ejemplar
Ante todo, para mí este es un libro de “entrelecturas”, como diría mi Andvari: es una novela fresca, ligera, light. No tiene una gran profundidad, ni una compleja historia y personajes, pero precisamente esa es su baza.
Lucy Shaw no es la típica chica de quince años. Para empezar, vive en los aseos de hombres de Carnaby Street, en Londres, donde fue asesinada hace seis meses. Superada la tristeza de no volver a ver a su familia ni a sus amigos, Lucy se toma su nueva vida de fantasma con ironía y sentido del humor. Pero la rutina de su vida eterna se rompe al conocer a Jeremy, un joven que tiene la facultad de verla. Jeremy no es para nada su tipo, pero al menos está dispuesto a ayudarla. Una vez que encuentran la manera de salir de ahí, Lucy conoce a otros fantasmas. Sin embargo, cuando Jeremy insiste en desentrañar las circunstancias de su muerte, no tendrá otro remedio que enfrentarse a sus mayores miedos.
Mi chica fantasma es una novela rápida de leer (de hecho, yo la leí durante un viaje en tren hacia mi ciudad) y que resulta un soplo de aire fresco. Te ofrece una burbuja donde relajarte en compañía de personajes tan peculiares como Lucy, a quien el lector podrá acompañar durante sus “aventuras fantasmales”. Lo mejor de este libro, a mi parecer, es que no tiene pretensiones escondidas ni segundas intenciones: es lo que es, una historia llana, sin segundas intenciones más allá de ofrecer al lector un rato entretenido.
En cuanto al ritmo, es desde luego increíble. Tamsyn Murray logra una narración ágil que engancha casi desde la primera página. Aun así, no puedo evitar decir que he echado en falta descripciones más detalladas, una narración… llamémosla “más literaria”. Pero como he dicho y repetido, Mi chica fantasma es lo que es, y una narración diferente seguramente chocaría con su esencia.
En definitiva, Mi chica fantasma es una novela original y fresca, ideal para evadirse un buen rato. No es de las novelas que dejan poso, pero desde luego te harán pasar un buen rato si te decides a probarla. Eso sí, hay que tener claro qué se busca y qué se encontrará en ella.
Historia:
Lo mejor: La gran originalidad de la novela. Lo peor: Algunos personajes son demasiado tópicos.
Recordad que mañana comenzamos con nuestra relectura de Los Juegos del Hambre con el debate de los tres primeros capítulos. Si aún no los has leído, ¡todavía estás a tiempo!