Debo reconocer que la vida me sorprende, cada día más. Como pasa con la felicidad, cuando crees saber todo sobre la vida, te sorprende con nuevas enseñanzas. Y, para ello, te descabalga de lo que creías entender sobre la vida y te arroja al duro suelo, para que tengas el valor de volver a montar el brioso corcel que es nuestra vida, la de cada uno! En cuanto crees tenerla domesticada, al suelo y vuelta a empezar, aunque sea para dar un paso más…
Y es que es verdad, la vida se muestra paso a paso, mientras vas haciendo tu camino. Cada momento que te considera preparado para una nueva lección que hay que aprender, sutilmente te trae a tu vida una persona, un momento o un lugar, para aprender esa nueva lección. A veces en forma de señal sutil, otras con un suceso drástico e inesperado que te hace perder el equilibrio o caerte al suelo! Cada nuevo peldaño que subes por la escalera de la vida, ese escalón se hace más alto, pues a medida que te acercas al final de ella -o sea a la luz, después de una larga oscuridad- la escalera se hace más escarpada… Alguien dijo que horas antes de salir el sol es cuando la negra noche se hace más hostil y oscura!
La verdad es que, si lo piensas bien, la vida sabe más de cada uno de nosotros, que nosotros mismos. Te trae situaciones, a medida de tu capacidad de verlas, sentirlas y de vivirlas, con valor. Puedes atender a estas aparentemente fortuítas situaciones o bien puedes dejar que pasen de largo, como tantas otras veces hiciste a lo largo de tu vida anterior, cuando no estabas tan atento o el miedo mandaba tu vida. Pero, ni qué decir tiene que esas señales desoídas y desatendidas que van sucediéndose día a día no desaparecen, sino que insisten e insisten de diferentes formas hasta que las tienes en cuenta. Tras cada situación -la atiendas o no- hay una lección que debes aprender, impepinablemente, aunque a su debido tiempo. O lo haces a la primera ocasión…o bien lo harás más tarde, pero con un suceso más intenso. Como suelo afirmar, una enfermedad grave comienza con un simple resfriado, desatendido o mal curado!
Así, día a día de nuestra vida, van apareciendo nuevas lecciones que hay que aprender, a través de personas y situaciones que llegan a nuestra vida, cada día… Puedes atenderlas y aprender con ellas o bien ignorarlas e ir acumulando deberes para el resto de tu vida. En mi caso, algunas incluso se han convertido en mi personal e intransferible cuaderno de deberes para este verano…
Seguirá…
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