B grita cuando está contenta y cuando está enojada (cuando está triste no grita: llora fuerte). Grita cuando se frustra y cuando encuentra un sonido nuevo o un sonido viejo que puede emitirse a un mayor volumen.
Grita porque tiene un año.
Aunque tratamos de mostrarle alternativas para evitar que grite a la hora de comer o por la noche, sé que hacerla aprender a controlarse, por el camino respetuoso, va a tomar años: y yo soy una simple mortal que le ha pedido a su padre que por favor vayan al parque un rato, para oír el silencio.
No es que grite sin parar. Es que grita de tal modo que a veces, la estridencia puede quedárseme en el oído. Pero sé que lo necesita, que su intensidad es una dimensión de su vitalidad. A veces yo grito cuando ella grita, no gritándole a ella, sino teatralmente, para liberar mi tensión (en buen plan, pues); ella se calla un momentito y dice "¡teta!": creo que es su aprobación.
Silvia Parque