Ya he dicho que en mi casa hay mucha política. Vetamos Alicia en el país de las maravillas hasta que B sea mayor porque Alicia está siendo continuamente seducida. Expliqué claramente que el tipo en el bosque de la China está acosando a la mujer a quien llaman "la chinita" y que eso está mal. A menudo, preveo situaciones en las que puede necesitar negarse a algo y le enseño a decir "no, gracias".
Pues hace como una semana dijo que ella no era una "buscadora de cosas". Su papá usualmente encuentra mis lentes y, en general, las cosas que no sé dónde dejé. Desde que nació B, sentí que ella me ayudaba a encontrar las cosas. Como un par de veces, siendo muy chiquita, de verdad encontró mis lentes, le decía que era una "encontradora de cosas" (no una "buscadora").
Por otra parte, cuando ella no encuentra algo con lo que quiere jugar, le digo que lo busque y ella me dice que lo busque yo -nótese mi incongruencia-. Es de ahí, en realidad, de donde vino el negarse a ser una "buscadora". Luego, de la nada, un día que estábamos en cualquier otra cosa, lo dijo fuerte y claro, quitándose la etiqueta y haciéndose justicia. "No soy una buscadora".
Vamos por buen camino.
Del mismo modo se quitó de encima un apodo cariñoso. Suelo llamarle con variantes de su nombre a las que responde bien; pero una no le gustó. "Yo no soy Bx", dijo un día. "Soy B".
Silvia Parque