¿Qué nos pasa? No lo se, una situación cotidiana y aparentemente absurda ha llegado incluso a crearme desde un complejo hasta discusiones de pareja ¿por qué he de sufrir desencuentros sentimentales porque este cachivache no se entienda con mi persona?
He llegado a pensar que quizás el problema lo tenga yo y lo primero que hice en este piso fue invertir en la solución del problema: me compré Ariel. Huir de la marca blanca parecía el atajo fácil al problema de mi maltratado fondo de armario -de las camisas del pariente mejor ni hablamos- pero fue un parche temporal. Entonces empecé a fijarme, como buena consumidora del siglo XXI que soy, y comencé mi investigación, amigas, foros femeninos y, por último, anuncios de la tele. Y entonces lo vi claro y en mi mente apareció él: el payaso Micolor.¡Adios al separar! decía el payaso feliz.
Ni una gota más de publicidad engañosa, dije yo. Y, ¿sabéis qué? Funciona!