Mi novio tiene una herramienta pequeñita, manejable y casi sin estrenar.
Yo no quería, ero él erre que erre.
Que sí Silvi, que de esto siempre tiene que haber en una casa. Y yo le dije ¿pero de verdad necesitamos eso para montar cuatro muebles de Ikea? ERROR. Que si te parece fácil hazlo tú, que esto nos garantiza montarlo bien y en poco tiempo, que si la profesionalidad de los acabados y lo seguro que es hacerlo con mi Black&Decker y no con un "destornillador" ?¿ o lo que sea que se utiliza en estos casos. Así que, como casi siempre con todo lo de la casa, terminé cediendo y nos compramos la herramienta. Curioso ¿verdad? Te pasas meses negociando con tu pareja, viendo formas para avanzar y dar pasos hacia adelante, crecer dentro de la relación y cuando llega el momento de decorar la casa de vuestra vida en común, ese en el que tú creías que podrías pasarte día y noche en Ikea, Maisons du Monde o Casa, ahora va ¡y decide casi todo él! Ahora entiende de velas, de armonía en los colores, de espacios de luz...
Y yo me pregunto, ¿por qué no lo vi venir? ¿Acaso no están mis amigos (hombres) siempre hablando de coches o móviles? ¿Por qué esa obsesión de los hombres por las herramientas? ¿Has probado a "soltar" a tu novio en un Leroy Merlin? ¡Todo lo quiere probar!