Revista Talentos
La ventana enmarca un paisaje con un realismo insuperable. El espejo, roto en mil pedazos, quiere reflejarlo al más puro estilo cubista. Enfrente, un bodegón paraliza el tiempo. El gotelé se esfuerza en el puntillismo y, debajo de mis sábanas, la rendición de Breda. Todo como a mí me gusta.