"No es el carácter de una persona EL que determina cómo esta actúa, sino la situación en la que se encuentra"
STANLEY MILGRAN (1974) Psicólogo social E.E.U.U.
Con estas palabras empiezo a entender el por qué algunos camareros pierden la cabeza cuando se le sientan tres mesas juntas.
No logran tomar el control de su plaza y comienzan por alterarse, se acercan mal predispuestos al cliente, toman mal los pedidos y por ende terminan discutiendo con los cocineros.
Mientras todo esto ocurre una cuarta mesa se le acaba de sentar; y ahí si, el camarero, pide a gritos la eutanasia, no sabe si llorar, tirar el delantal o fingir una convulsión.
Es el momento donde un equipo de camareros debe actuar, asistiendo a su colega y no burlarse con la situación tomando café acodados en la barra.
Pero algunos camareros no permiten que sus compañeros los ayuden,
Usan frases del estilo: ¨en mi plaza no se metan¨ o ¨estoy bien, que esperen un poco¨, para no exponer las enormes limitaciones que tienen.
Afortunadamente en la Nueva Gastronomía de Servicio un camarero que tiene una visión tan precámbrica y sin los principios básicos de la profesión -sonreír, colaborar, o permitir que lo ayuden- no tiene lugar. El despido es inminente.
Trabajar con una brigada de camareros comprometidos con el cliente y socorriendo a un compañero en apuros, en un corto tiempo deriva en un salón lleno de comensales.
Un profesional gastronómico entiende el concepto ¨MI PLAZA ES TODO EL SALÓN¨
y jamás lo olvida.
Brigada de camareros "Stanley Milgran"