Como decidí emprender un negocio
Dentro de poco se va a cumplir el primer año desde que decidí trabajar por cuenta propia y montar una agencia de marketing online, sin duda alguna, que la crisis económica y la falta de perspectivas profesionales en el sector en el que estuve trabajando durante casi 16 años, fue una de las principales motivaciones que me impulso a dar este paso, pero seguro que no fue la única ni la más importante, de forma inconsciente tal vez, ahora me doy cuenta que hice muy poco para buscar otras opciones.
Quizás ha llegado el momento de hacer balance, y tratar de mirar atrás, para reflexionar lo que estos 12 meses han supuesto para mí, tanto en el plano personal como en el profesional.
Quién te ayuda a emprender tu proyecto
Mirando las cosas desde dentro, he de deciros, que cuando emprendes una aventura profesional en solitario, lo que encuentras precisamente es eso, te dás cuenta enseguida de que estás sólo, dependes de ti mismo, las ayudas externas o incluso de tu entorno más cercano que vas a recibir, son muy contadas.
Inicialmente de forma casi institiva, intentas activar a los contactos o conocidos que tienes de tu anterior sector, se supone que, después de muchos años trabajando en un mercado, los que primero te pueden ayudar y convertirse en clientes, son aquellos que antes te llamaban para que les hicieras favores, los que me conocen y saben como funciona mi anterior ámbito profesional, saben muy bien de que estoy hablando.
Olvídalo, hazme caso, la mayoría de los que antes mantenían contacto contigo casi a diario, porque ocupabas un puesto relevante en una empresa puntera, y tenías cierto poder de decisión sobre su facturación y sus ventas, simplemente dejarán de llamarte, y para tu sorpresa serán incapaces de mover un dedo para ayudarte. Has desaparecido de su mapa de prioridades.
Sólo unos pocos muy contados, te prestarán tu apoyo, de ellos me acuerdo ahora y les estoy eternamente agradecidos. Gracias a Jorge, Juan Antonio y Alberto(el majete), independientemente del valor económico para mi proyecto que pueda haber significado vuestra apuesta, sin duda alguna el empujón moral que me habéis dado, y la confianza en mi que habéis demostrado, me sirve y mucho.
Otros ángeles surgirán en tu vida, personas con las que no teníais demasiado trato o que incluso no conocíais, aparecen en tu vida y te prestan su apoyo incondicional. Nunca sabré por que lo habéis hecho, pero me habéis acompañado durante este primer año de andadura, me habéis aconsejado, me habéis aportado ideas, proyectos y clientes, me habéis prestado una ayuda incalculable. Gracias Xosé María G. y Jose Luis F. sois mis amigos para toda la vida, aunque tal vez en los próximos meses, alguno de vosotros os marchéis a vivir a más de 10.000 kilómetros de aquí.
Sin duda, lo más importante de todo y lo que te marca el ritmo, es la familia, tu mujer, tus padres y hermanos, y tus hijos, que valoren lo que estás haciendo y te apoyen cada día es lo que te puede motivar a seguir adelante con el proyecto. Gracias Nayi, sobre todo por aguantarme en los días malos.
Las claves y lo que puedes aprender
En el plano profesional de lo que ha sido mi día a día, me gustaría lanzar algunas claves:
- La disciplina. Ya no tienes un horario que cumplir, un jefe que te controle, un horario de oficina, el ritmo lo marcas tu mismo, te puedes sorprender. Siempre he sido puntual en mi trabajo, pero ahora lo soy mucho más, y si antes trabajaba 8 0 9 horas al día, ahora quizás me voy a las 10 ú 11 horas diarias sin problema. Sábados y Domingos un poco menos, quizás 4 o 5 horas de media, pero es lo que tiene emprender.
- La formación. Ocupa mucho de mi tiempo, el marketing online evoluciona muy rápido, tienes que estar formado y a la última en muchas de las disciplinas. En algunas de las empresas en las que he trabajado, se obvia este aspecto, cuando comienzas una empresa, te das cuenta de lo importante que es.
- Haces lo que te gusta, eso es lo mejor, he decidido dedicar mi vida profesional a esto principalmente porque es lo que me gusta, de hecho en mis trabajos anteriores, siempre buscaba huecos para impulsar proyectos online que se salían de la dinámica habitual de la empresa.
- También tienes que hacer muchas cosas que no te gustan, cuando trabajas en una gran organización, casi todo el mundo está especializado en hacer determinadas labores, cuando emprendes te debes convertir en un “todo terreno”, marketing y publicidad, contabilidad y administración, gestión, temas legales, comercial, informático. Afortunadamente mi experiencia anterior en las empresas en las que he trabajado, me permitieron estar en contacto con todos los aspectos de una organización, y colaborar de forma activa y estrecha con todos los departamentos, eso es lo que me llevé en claro de todos los años que trabajé por cuenta ajena.
Otra cosa curiosa, que he notado, es que cuando autogestionas tu tiempo, este pasa mucho más rápido, las jornadas vuelan. Durante todo este año de trabajo no ha habido un sólo día en que mirase el reloj para ver cuanto tiempo me quedaba para regresar a casa, más bien me ha ocurrido todo lo contrario, he mirado el reloj y la hora de ir a comer o a cenar se había pasado con creces.
Tu mente se despierta, el hecho de tener que empezar un nuevo proyecto, atraer nuevos clientes, darte a conocer, ofrecer un servicio personalizado más allá de lo que hace la competencia, provoca que tu cerebro esté en constante ebullición, buscando nichos de negocio, sea más flexible y veas las cosas desde diferentes puntos de vista. Creo que también puedes llegar a volverte más creativo, a golpes eso sí, pero incluso pasados los cuarenta se pueden desarrollar habilidades nuevas.
Tus errores los pagas tú, pero también está en tu mano solucionarlo y buscar siempre mejorar cada dia. Cuando trabajas por cuenta ajena y “metes la pata”, es posible que “puedas escurrir el bulto”, que otros tapen tus errores, pero cuando estás al frente, respondes directamente de los fallos que cometes y los sufres; más de un día me ha tocado trabajar de madrugada para solucionar problemas o errores que había cometido. La parte positiva de todo esto, es que aprendes muy rápido, cada error que cometes es una .gran oportunidad para aprender y mejorar.
En tus manos está, decidir si te metes en un lio o no, te llegan proyectos, y tu decides si los abordas o no, en mi caso ha habido de todo, pero a veces tienes que aprender a decir “no”, en ocasiones porque no tienes la infraestructura o el conocimiento suficiente para llevar a cabo un proyecto, en otras ocasiones porque detectas que se quieren aprovechar de tí, y sacar un precio por los servicios, que en otra empresa que lleve más tiempo no conseguirían, y en algún caso simplemente porque, “no te gusta el proyecto”.
Resumiendo mi primer año, considero que he aprendido muchas cosas, que estoy mejor preparado que cuando empecé, que sigo igual de pobre, que mantengo la misma ilusión que tenía el primer día, que pienso que voy a poder acometer empresas de bastante calado y sobre todo, que voy a tener mucha suerte con todo lo que emprenda.
En parte dependerá mucho de tí, que has sido capaz de tragarte todo este rollo, sólo te pido un esfuerzo más, comparte mis reflexiones, tal vez haya alguíen por ahí fuera, al que le pueda aportar algo.
No creo que este sea uno de mis posts más afortunados, pero no hay nada peor y más difícil, que tener que hablar sobre uno mismo.
Jesus Redondo Ivars Descargar articulo en formato PDF