Revista Literatura

Mi primer sermón

Publicado el 31 julio 2012 por Migueldeluis

El domingo dí mi primer sermón como parte de mi preparación al ministerio sacerdotal. Ocurre que en la Iglesia de Inglaterra (Comunión Anglicana) es normal que te pidan que prepares algunos sermones antes de decidir si te dan el RFT (“Recomendado para Entrenamiento”) o no. No salió muy mal y un amigo me pidió que lo compartiera online.

Quien lo quiera en su versión original inglesa, lo tiene aquí:It was dark. Por supuesto no lo leí, sino que lo tenía delante, pero más o menos es como ahí estaba escrito.

Quisiera dejar para otra ocasión el traducirlo o hacer una versión al español. Sucede que una homilía es cosa distinta a una entrada en un blog y que, además, prefiero compartir ahora lo que he aprendido haciéndolo. Solo son unas ideas sueltas pero quizás sirvan para catequistas y especies similares.

El sermón trata del Evangelio

En otras palabras, cuando escribo un sermón mi objetivo no debe ser decirte como has de vivir tu vida. Para eso tengo mi blog ;-) . Sino que debe ser una cosa más humilde:

  1. Estudiar la Biblia
  2. Meditar y Rezar con la Biblia
  3. Adaptar el mensaje de Dios a la comunidad local concreta y a sus necesidades
  4. Exponerlo de forma clara, memorable y orientada a la acción

El sermón no es un entretenimiento

No se trata de aburrir para parecer más listo, pero tampoco convertirlo en un espectáculo. El mundo tiene demasiados entretenimientos y, para que engañarse, hay cosas más divertidas que hacer que acudir a la Iglesia, incluso un domingo por la mañana.

Sinceramente, tratar de ganar a la televisión, por ejemplo, por lo divertido, es una batalla que las iglesias no pueden ganar.

En vez de eso lo que debemos ofrecer es el mensaje de Esperanza que Dios tiene para todos. Una vez asegurado esto, se pueden pensar en otras cosas, pero nada ganamos si comprometemos el Evangelio.

La cosa se complica después de cinco minutos

Fue justamente cuando me puse un poco nervioso. Estoy muy acostumbrado a moverme por el presbiterio y a liderar la oración de los fieles (lo de “Por esto y por lo otro… oremos al Señor”) así que al principio no me pareció muy distinto, pero luego fue cuando me di cuenta de dónde me estaba metiendo.

En tiempo de melones haga cortos los sermones

Bueno, esta ya me la sabía, pero no queda mal recordarla.

Y… nada más, es mi primer sermón, mucho más no he podido aprender. ¡Hasta otra!


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog

Revistas