Mi sentimiento de impotencia

Ahora mismo estoy pasando por un momento especialmente complicado en muchos ámbitos y creo ahora que el más doloroso de mi vida, porque afecta a algo hoy esencial en ella, a mi recién estrenado primer amor, de verdad! Eso me hace sentir, a ratos, frágil, temeroso, desesperado, vulnerable y excesivamente ligado a la más cruda realidad, sintiendo a la vida cruel e injusta, con ella y conmigo! Sin duda mi mente confusa y mi corazón dolido están dominando mi vida ahora y eso no hacen más que confundirme aún más, porque no puedo evitarlo o porque tal vez soy yo quien se lo permito! En algunos momentos del día mis fantasmas del pasado están resucitando de la oscuridad de mi corazón y me traen a mi memoria todo eso que creía haber dejado atrás en mi vida, como mi propia incapacidad de vivir el amor o mi -al parecer- inalcanzable felicidad, sentimientos forjados en mis peores momentos de mi pasado!

Pero estoy descubriendo la clave para ver más allá de lo que mis ojos ven! No quiero intentar evitar esos dolorosos momentos de confusión, sé que debo sentir el dolor que siento y, a la vez, mirar mis fantasmas de cara para hacerlos desaparecer, porque está en juego mi amor y hoy siento que mi vida entera! El dolor nos hace despertar y, paradójicamente, recuperar nuestro sueño para hacerlo de nuevo realidad! Ahora me doy cuenta que borrar demasiados años de tinieblas necesitan tiempo, valentía y, sobre todo, mucho amor hacia mí mismo y hacia ella, la persona a quien amo. Mi mente se obstina, aprovechando la coyuntura pasajera -como todo en la vida lo es- en hacerme sentir el desamor, perder la esperanza y, lo que es peor, despertar mi siempre agazapado instinto de supervivencia para intertar olvidar y huir, como tantas veces hice antes en mi vida! Por decirlo de una manera, está haciéndome sentir más solo humano y haciendo desaparecer la magia de mi ser, ahora más que nunca escondida bajo el dolor! Qué duda cabe que por mi cabeza solo deambulan pensamientos, argumentos y razones para intentar entender ese sentimiento y las circunstancias irrazonables que lo provocaron, repercutiendo en mi cuerpo (en un par de días, llevo perdidos más de un par de kilos de peso) y haciéndome sentir -una vez más- miedo, en forma de vértigo, inquietud, resignación o simplemente desesperanza ante la vida!

Pero la confusión es algo humano, como lo es nuestra actitud mental para protegernos ente el terrible dolor de la ausencia y del desamor. Pero, mirándolo más allá, seguramente la vida provoca situaciones adversas para que crezca y se afiance nuestro amor, para que aprendamos de una vez por todas a gestionar la incertidumbre en nuestra vida, levantando la mirada ante algo verdaderamente esencial en ella o ¿solo es para que aprendamos a acatar su firme designio? La vida no es injusta, la hacemos nosotros así, cuando desímos a nuestro corazón! Porque el amor de verdad es justo, real y siempre verdadero, qué duda cabe, lo demás es solo una ficción, aunque a veces la sintamos como una pesadilla! Levantando la mirada por encima de las circunstancias concretas o, lo que es lo mismo, adentrándome en mi interior, las cosas se ven completamente distintas! En mi interior hoy reina aún la paz, es decir la serenidad ante mi amor derdadero, ante mi verdad, ante mi conciencia, desechando una vez más lo superficial de mi existencia y de los hechos y sus palabras, prestando una vez más atención a lo esencial en mi corazón y en mi vida, pero, sobre todo, dando el sentido oportuno a todo lo que vivo ahora y que siente mi corazón! Todo recobra su sentido, aunque muchas veces me cueste entenderlo… porque es algo que solo se siente desde el corazón!

Trato de entenderlo… ¿o solo me basta aceptarlo, sentirlo y vivirlo? No quiero esgrimir razones y argumentos, pues eso invita a mi mente a entrar de nuevo en acción y confundirme de nuevo. Necesito de la soledad y del silencio, para refugiarme solo en mis emociones intimas del Alma, porque en ellas aún siento amor, tranquilidad, sosiego y esperanza. El amor es siempre amor, se viva como se viva, simplemente es! Y aún siento el amor en mi interior, el amor verdadero es siempre amor, a pesar de las circunstancias. Correspondido visiblemente o no, aparentemente equilibrado o no, pero siempre presente aunque no se manifieste siempre como tal y se enmascare en palabras vacías o de dolor, gestos equívocos o actos inciertos y dolorosos. Y eso me hace sentir bien, pues más allá de las meras apariencias, porque mi amor hoy ya es firme, cierto, irrenunciable y no es una simple pretensión, porque está basado en el amor del Alma y no conoce el miedo a la soledad. Es un amor valiente, real, firme, libre y correspondido, aunque debo aceptar que para ser compartido para siempre, ese mismo amor deberá eliminar el miedo que aún yace en nuestros corazones!

El tiempo y la vida dirá si llegará a su plenitud compartida o si bien este no es más que un mero ensayo de nuestra capacidad y predisposición a amar hoy y para siempre… ¿o es, simplemente, una cruel lección más para aprender a aceptar la vida tal como es? La vida misma dirá! En todo caso, qué lejos están hoy de mi Alma y de mi amor de verdad esos sentimientos caducos del pasado y que de vez en cuando aún resucitan, en los que el amor era siempre algo imposible, exigía esfuerzo y apenas tenía más sentido que huir de la realidad, del dolor o de la soledad. Hoy mi amor surge de dentro y fluye, si le dejo y no me resisto a él por miedo a tenerte o perderte, mi hada mágica! Mente o corazón son dos perspectivas de un mismo amor verdadero e integral. Pero el Alma las equilibra! En ella desaparecen esos sentimientos dañinos que nos imponen el “tú o yo” o el “ahora o mañana”… y vencen las emociones que imponen siempre el “tú y yo” y el “ahora y mañana”, como siente ahora nuestro corazón. Seguramente la gran lección que me está trayendo este especial y doloroso momento de mi vida sea aceptar que la felicidad no es más que el resultado del amor victorioso, tras la permanente, siempre dolorosa y encarnizada pugna entre la razón y el corazón, o lo que es lo mismo, el miedo y el amor… cuando la verdad es que el Alma los contiene a ambos, porque es nuestra Verdad! Aunque también es cierto que siempre es mejor tener esa lucha fraticida, crónica e insistente en nuestra vida, por amor y, gracias a la libertad, poder compartirla con quien amamos, porque está en juego nuestra felicidad!

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