Quiero un silla de escritorio de las que parecen sillones: ergonómica, con rueditas.
Tengo una pequeña silla de madera que ha sido llamada "incómoda". La verdad es que yo tengo que fijarme en que es incómoda para notarlo. A mí me pareció encantadora, como de cabañita en el bosque. Durante años he tenido varias cosas que pueden ser un encanto, pero que son más adecuadas para la instalación de un sueño, que para vivir con ellas.
Silvia Parque