Tengo un sobrino que se llama Pepe. Bueno, sobrinos tengo unos cuantos, y cada cual consigue ganarme el corazón a su manera, pero es que Pepe es un personaje.Si lo vierais seguramente os parecería, en cuerpo y aspecto, normal para los cinco años que hace que se asomó al mundo. Pero os puedo asegurar que arrastra al menos trece de desparpajo y gracia que exporta a raudales. Si a su forma de expresarse (que ya hace que te rías), añadimos un "pequeño problemilla" con la erre que no hay manera de que pronuncie, tenemos todos los condimentos para hacer de él un niño simpatiquísimo que acaba siendo el alma de la reunión por mérito propio y sin él proponérselo, que es lo más importante.Los viernes es mi día de reunión familiar. Esa tarde, desde siempre, desde que empezamos a independizarnos, es el momento que todos mis hermanos dedicamos a nosotros mismos y a mis padres, así que nos reunimos en su casa todos (hermanos y sobrinos), a merendar y ponernos al día de lo acontecido durante la semana.Pepe es hijo de mi hermano el más pequeño. Tiene un hermano mellizo, con una relación amor-odio en la que pasan del abrazo tierno a la colleja en un visto y no visto. Pero su hermano Dani es más loco, más de jugar y de déjame y no me achuches, algo que a Pepillo en cambio le encanta.Mis hermanas y yo estamos deseando verlo entrar y a veces, aunque los demás bajan al patio o a la piscina, dependiendo de la época del año, lo engatusamos para que se quede un rato porque la conversación con él nunca tiene desperdicio.Estos días anda preocupado el hombre porque según nos ha relatado, después de que su padre muy serio introdujera el tema diciendo: cuéntale el problema que tienes a las tatas, lleva una espinita clavada en el corazón. Y haciendo caso a su padre, pone cara de circunstancias y nos dice: "lo que me pasa es que me he enamorado". Os podéis imaginar el momento de tensión aguantando la risa. El chiquillo nos lo cuenta muy serio y nosotras fundamentalmente lo que queremos es que siga avanzando en la historia. -¿Y cuál es el problema? -le dice una de mis hermanas, como si estuviera hablando con un adolescente.- Que ella tiene novio -suelta, como si tal cosa el enano, con cara de resignación.-Y ¿tú qué es lo que haces? -le pincha el padre que ya conoce la respuesta y sabe lo que nos vamos a reír.-Yo voy todos los días y le pregunto a "Joje" (el novio de su amada, que encima se llama Jorge, y del que no puede ni pronunciar bien su nombre): ¿habéis "codtao"? Traduzco: ¿habéis cortado?No me digáis que no es para comérselo a bocaditos pequeños. El pobre, le pregunta de vez en cuando al rival si ya ha cortado con la novia para ver si por fin tiene una oportunidad.Y aquí estamos, que desde que nos lo contó hace unas semanas, todos los viernes seguimos el ritual de preguntarle cómo va la cosa y qué tal le va su vida sentimental. Él hace un gesto como de que la historia no marcha, y nosotras le buscamos la lengua porque tiene la gracia innata.No podemos saber de donde ha sacado la idea, ni como se le ha ocurrido. Supongo que algo tendrá que ver su hermana la mayor (ocho años) que le habrá dado algún consejillo acorde con su edad marujita, pero desde luego él ha hecho suya la historia para asombro del que lo escucha."Sembrao", está "sembrao".