Conversaciones ajenas
(Dedicado al maestro Monterroso que escribió uno de los mejores cuentos del mundo)
Esta anécdota la escuché en una ocasión y se me ocurrió convertirla en cuento.
Desde muy niño siempre me ha gustado escuchar las conversaciones de otros. Cierto día acudí a la Casa de América. Se presentaba un libro de Augusto Monterroso titulado La vaca. Desde la tercera fila del anfiteatro descubrí que detrás de aquel autor mofletudo se escondía un hombre tímido e irónico. Tras una hora de palabrería la sesión de tarde terminó con un aplauso caluroso, lo mínimo que se espera de un público que no paga entrada. Me quedé rezagado en mi silla, observando a la marabunta que se volcaba con y sobre el maestro, peleándose por conseguir un autógrafo “personalizado”. En medio de aquel tumulto, vi como una señora avanzaba dando cornadas a diestro y siniestro y no paró hasta que sus ojos bovinos se situaron frente al escritor. Maestro —escuché que decía—.Cuánto me está gustando su relato del dinosaurio. ¡Ya voy por la mitad!
Yolanda Delgado Batista
Este microrrelato resultó finalista en el Concurso de microrrelatos organizado por la Biblioteca municipal de Cuenca en 2010.