"... Constantina Gullieta se ha casado con otro y mis oídos continúan zumbando y gimiendo el día y la noche. Llevo una vida miserable. Sólo Dios sabe en qué me he convertido. Siento mi sordera como una venganza de Dios. Sólo quiero morir o quizá vivir sólo en mi arte..."
Y bañado por la lágrimas y el claro de luna componía lenta, majestuosa, su más hermosa sonata.
Jesús Marcial Grande Gutiérrez