Terminará la función, como siempre, sin haber empezado. Convencía fácilmente a la audiencia con su labia; era voraz con el acento; como moderador sabía mediar ante cualquier conato de boicot, de aquellos que no comulgan con la doctrina que va imponiéndose por decreto. Hoy, como siempre, después no habrá sesión.