- Debemos saber ante todo, que si nuestro hijo presenta miedos en una etapa en la que es normal que estos aparezcan -en promedio suele aparecer alrededor de los 3 años- no hay de que preocuparse, no es un niño anormal.
- No debemos reprenderlos cuando ellos protesten por no querer dormirse con la luz apagada. En vez de reprender, los padres deberían enseñarle a los chicos cómo superar la incomodidad, distrayendo al niño y mostrándole que si hay personas de confianza alrededor, la oscuridad no encierra ningún peligro".
- Adiós a las historias de monstruos
Para calmar a los niños más inquietos, muchos adultos recurren a figuras que causan miedo. Pero se trata de un recurso que termina asustando a los niños cuando están a solas. "Terminan imaginando personajes sombríos y claro, salen corriendo atrás de los adultos en busca de ayuda", Lo ideal es que antes de dormir se cuente a los niños una historia calma, sin personajes ni situaciones que puedan amedrentarlos.
Búsqueda del tesoro con linterna
Se trata de un jueguito que les da seguridad a los niños cuando deben toparse con la oscuridad. Esconda algún postre o juguete por la casa; deje pistas en lugares estratégicos para que el niño logre llegar hasta el "tesoro". Pero que toda la búsqueda se haga sólo con la ayuda de una linterna y el resto de las luces de la casa permanezcan apagadas.
Teatro de sombras
Es el juego perfecto para la hora de dormir: se apagan las luces de la habitación y sólo se deja una mínima lamparita o velador encendido. Con las manos, títeres o marionetas, cree una historia de sombras que se proyecten en la pared; cambie los argumentos de las historias, genere un ambiente de aventura. La mínima luz puede quedar encendida al terminar el juego, para que si el niño se despierta no se asuste con la oscuridad absoluta de la noche.
Cielo estrellado
Los adhesivos fosforescentes pegados en el techo adornan la habitación y distraen a los chicos a la hora de dormir. Con forma de estrellitas y planetas, los adhesivos son más que un detalle de decoración: rompen con esa sensación de aislamiento que sofoca y angustia a los niños cuando tienen que dormir solitos en su habitación.
Amigos de peluche
Para muchos puede parecer una tontería, pero un osito o una muñeca ayudan a muchos niños a superar el terror que la oscuridad les infunde a la hora de dormir. Abrazados a sus juguetes, olvidan que están solos. "Muchos incluso inventan historias imaginarias y se duermen con mayor facilidad. Los padres que, por temor a criar hijos inseguros, evitan esa opción, pueden quedarse tranquilos: poco a poco el mismo chico va dejando atrás el hábito, aunque después se convierta en un adulto que adora dormir abrazado a la almohada".Según la psicóloga Da Silva.http://www.lmcordoba.com.ar/ Ojala, estas recomendaciones puedan servir en un poquito. A ponerlas en práctica. Un abrazo.Anny