César es el portero de un edificio de apartamentos y no cambiaría este trabajo por ningún otro, ya que le permite conocer a fondo los movimientos, los hábitos más íntimos, los puntos débiles y los secretos de todos los inquilinos. Si quisiera podría incluso controlar sus vidas, influir en ellas como si fuera Dios, abrir sus heridas y hurgar en ellas. Y todo sin levantar ninguna sospecha. Porque César guarda un secreto muy peculiar: le gusta hacer daño, mover las piezas necesarias para producir dolor a su alrededor. Y la nueva vecina del 5ºB no deja de sonreír. Entra y sale cada día radiante y feliz, llena de luz. Así que pronto se convertirá en el nuevo objetivo del juego de César. Se trata de un reto personal, de una obsesión.
En este sentido, Balagueró se apoya casi por completo en la extraordinaria interpretación de Luis Tosar (las quinielas auguran un goya) ,quien de manera sobria y con pocos elementos, nos introduce en la sórdida mente de su personaje. Ambos artistas, Balagueró y Tosar, sitúan al espectador en una morbosa tesitura. Al narrar la historia desde la perspectiva de César, nos vemos dirigidos a empatizar con un personaje amoral y sádico, aunque en ningún momento se cae en justificaciones baratas ni se intenta hacer simpático al personaje.El actor y el director han compuesto un personaje perfecto para expresar un sentido de lo perverso. Balagueró mantiene un terror frío,suspense puro y tempo reposado.Por otro lado tenemos a Clara (Marta Etura), una joven simpática y moderna, frágil y atractiva, con un empleo fantástico, un novio guapo y poderoso (Alberto Sanjuan) y un piso acogedor y ¿seguro? Todo un reto para César. Más cerca de las tergiversadas venganzas asiáticas que del terror palomitero, a César no hay quien le pare en su carrera por destrozar la vida de Clara. Cuanto más inmune parece ella a las jugadas del macabro titiritero más resuelto parece el portero a darlo todo. Como si no hubiera un mañana. Y en este caso, literalmente, puesto que Clara se convierte en la razón de vivir de un hombre incapaz de ser feliz.
Un elemento primordial en la cinta es el escenario, ese edificio de estructura clásica, pero con apartamentos remodelados, en el que transcurre la acción. Exceptuando las visitas de César a su supuesta madre, el resto del metraje se desarrolla íntegramente de puertas para adentro de la casa. A través de un cuidado diseño de producción, cada localización se identifica con su inquilino, generando departamentos estancos dentro del mismo inmueble, pero todos ellos unidos con un único objetivo, despertar suspense y terror en el espectador a partir de escenarios cotidianos y cercanos. De esta manera, todo el edificio pasa a convertirse en una extensión del personaje protagonista, acechando a cada uno de los vecinos y convirtiendo lo que debería ser un hogar en un elemento amenazante y turbador.
Dicha tensión tiene el punto más álgido en la escena donde el personaje casi es descubierto por la víctima creando un estilo muy de Hitchcock que deja al espectador tenso y casi sin respiración hasta el desenlace la escena hay unos 3-4 minutos de buenísimo cine de suspense de parte del director.Película impecable, se notan los años de experiencia de Jaume ,que dejará poso (seguramente con remake americano), y que acaparara premios y reconocimientos.Comentar también la novela de Alberto Marini, una historia alumbrada por este y que Jaume Balagueró ha convertido en película. Pero no es el típico caso de la novela adaptada posteriormente al cine, ya que el libro y el filme se han desarrollado de manera paralela a partir de un guión de Marini (la película se estrena en octubre).La relación profesional de este turinés con Balagueró ha sido estrecha en los últimos años: trabajó como productor ejecutivo en la franquicia '[REC]', del cineasta catalán y Paco Plaza, fue consultor de guión de 'Fragiles' y coautor de 'Para entrar a vivir'.Por cierto ,no se olviden de mirar cada noche debajo de su cama y sobretodo ,de no dejar las llaves de su morada a según que personajes de este mundo loco ,nunca se sabe...hay que ser un poco prudente...saludos!