Mierda a la vista…

Un blogger no tiene vacaciones y si uno es madre blogger ya ni que decir. La vida se convierte en un torrente de anécdotas apuntadas en una libreta y si uno esta en la playa, y no se cuenta con boli y Ipad para anotar la idea,pues se ve en la tremenda necesidad de usar hasta el portavasos de la piña colada (esto era por ejemplificar lo difícil que esta siendo para mi estar lejos de ustedes queridos lectores). Espero valoren el esfuerzo tremendo que esto significa.

Pues eso. La desconexión y la vida 1.0 están siendo jodidamente  placenteras difícil de llevar. Entre la comida con mucho picante, la lengua materna, el calor y la playa pienso que la muerte esta cerca por que estoy muy cerca del Paraíso. Aunque no todo lo que reluce es oro.

Hay un pequeño detalle de un año que lo cambia todo. La Critter.

Olvidese usted de los largos días de playa tumbada cual lagartija al sol y zumbada a Margaritas oyendo el ultimo hit en la banda sonora del hotel. En este caso Rihanna y su “We found love“.No señor. La resaca que uno carga ya no es por el alcohol, si no por el jet lag y las veintiputasveces que la niñita se levanta en la noche por que quiere charlar.

Olvídese de lucir trikinis sexys -el uso de estos no es recomendable en el cuerpo de las postparturientas. Y sobre todo prepárese usted para dejar de tener brazos: entre agua,bloqueador del 1000, sombrero,sombrerodelaniña,gafas,bolso,llave del cuarto,toallas,juguetes,flotadores y mojitos pues el gitaneo es cuando saca uno el malocoton pa’ dárselo de merienda a la bestia. Menos mal que se utilizar los dedos de los pies que si no me vería sobrepasada.

Lo que le digo de vacaciones esto tiene poco.

Como buena madre primeriza había leído consejos de como viajar a la playa en foros muy femeninos -de esos que le chiflan a mi consuegra la famousGremlin por recomendar collares de ámbar y tomar zumo de zanahoria para evitar la insolación-y también blogs serios como el de Entremadres donde nos cuentan su experiencia viajando en avión con su pequeña.

Vale ya estaba yo leída y lista para el momento #nosvamosaCancún.

Llevaba las maletas, el bloqueador, el apiretal, la actitud y mi mejor compra un bikini para la Critter que resulta que es bikini-pañal.

Y vaya que es útil-claro esta para las fugas de agua (que pensándolo bien si uno esta dentro de la piscina que mas da si todos contribuimos un poco a calentarla). ¡¿Quién no se ha hecho un pis?! Si la propia etimiologia de la palabra lo dice “pis”-cina.

Y ahi estábamos la madre y la hija disfrutando del agua templadita posando para la foto cuando un niño gritó- “Mammmaaaaaaaa cacaaaaaaaa”.

Mi sexto sentido se alertó pero era de esas veces que dices “no es mi hijo gracias a Dios” y no se esta ahogando solamente se esta cagando el pobrecico.

Ahora una niña comenzó con las voces de “cacaaaaaaaa”- eso ya me olió mal- y la estampida de pequeñas bestias se dirigieron hacia nosotras que estábamos en las escaleras de la salida de la piscina. Temí por mi y mi pequeña pero cuando decidí emprender el nado me percate que la Critter y su bragapañal emanaban un olor putrefacto.

Cabe decir que el bragapañal la compré talla 12-18 meses para que me durara todo el veranito y como la niñita es flaquita pues nadie me alertó de los escapes sólidos.

Había leído episodios de pequeños polluelos que se cagaban dentro de la tina y que la madre tenía que recoger el mojoncillo.

¿Quien podía asegurar que ese mojón flotante era de mi princesa si ella caga flores?

Grité: “Cacaaaaaaaaa” al unísono y me salí corriendo de manera patosa como Jack el de “Piratas del Caribe”.

Ese tesoro lo dejo para que alguien mas se manche las manos con la maldición del oro negro.

Yo corrí a la otra piscina con cara de aquí no ha pasado nada.

No me culpe estoy de vacaciones y en mi isla desierta no pienso gritar “mierda a la vista” total soy miope y sin gafas no veo nada.

Nota mental: las bragas aunque sean de pañal siempre ajustadas- solo si es tanga y un goza de buen trasero se puede aplicar la talla mas grande si no olvídese.