Mikaela o cómo ser el Apple de los zapatos

Zapatos de cuña interna de Mikaela, made in Elche

Si pensabas que sólo la manzana de Apple era la única digna de ser mordida, te equivocabas. De hecho, en Dorita nos hemos topado con una manzana ilicitana a la que estábamos deseando hincarle el diente, pues no sabíamos que crecían marcas tan sabrosas por aquí de las que no sabíamos ni ripio. Desde luego, Steve Jobs y Mikaela comparten, además de manzana, gusto por el color y momentos de genialidad.

Te ponemos en antecedentes y nos dejamos de suspenses, pues la manzana a la que aludimos no es más ni menos que el logotipo de una firma de calzado ilicitana, llamada Mikaela, cuyos orígenes se remontan a 2001, cuando todavía el mundo era un lugar seguro (11-S), y a España le faltaba algo más de un lustro para saborear esta crisis indigesta.

Aunque Mikaela es relativamente joven, los responsables de su advenimiento al mundo del calzado llevan curtiéndose en esto de fabricar calzado desde 1966. Sí, son de rancio abolengo zapatero dado que Elche es una urbe que rezuma zapatos por los cuatro costados. De hecho, desde este blog os desafiamos a pasear por la ciudad alicantina, con el ánimo de que interceptéis a un lugareño con un calzado espantoso. Va a ser francamente difícil cazar semejante marciano…

Pero volviendo sobre el asunto que nos ocupa, parece que Mikaela tira de colores, alegría, bailarinas, cuñas escondidas en la suela, plantillas con gel… Sobre esto último, la marca se jacta de ser muy cómoda y una apuesta segura para las trendy-trabajadoras que no quieran abonar,por culpa de unos “bonitos” tacones, una factura leonina de varices y piernas cansadas.

Mikaela, además, plantea en su colección un himno al zapato cerrado, salones y peep toes modositos. Quizás sea porque su mercado cada día se adentra más por el norte de Europa, toma el camino de la derecha hasta llegar a Japón y luego baja hasta Australia. Sí, en las Antípodas también luce su “palmito zapatero” la tal Mikaela.

En definitiva, aquí tenéis una marca más “made in Spain” para agasajar a vuestros pies. Pero no os engañéis, quizás no sea una más, pues sus modelos no presentan “parecidos razonables” (que este viajado blog sepa) con firma de calzado alguna.

De todas maneras, seguiremos al tanto de las andanzas de Mikaela, pues esos 25 países que ya ha hollado avalan que la marca gusta y mucho.

Ya sabéis, si eres una marca, haznos saber que existes, pues este blog de moda quiere formar parte de la sabiduría zapatera de este país.