Después de la oración,el pastor le preguntó a la muchacha: “¿Qué sientes?”, a lo que ella respondió, llorando de emoción: “Que sí, está creciendo”.
Incrédulo, el pastor exhortó a la mujer a comprobar el ‘milagro’ en el baño. Al regresar, la feligresa confirmó que su deseo había sido cumplido.]