Siempre me interesó la obra de Busquets por aquello de estar escrita sin presiones y sin pretensiones que no siempre es lo mismo. En esta ocasión, deja la novela para pasarse al relato, pero solo aparentemente.
Ella vuelve a ser la protagonista de la obra, pero siempre desde un punto de vista distinto al que esperas. En cada pequeño texto hay una característica de su personalidad, de su vida o de sus anhelos que te permite utilizarla como una pieza del rompecabezas que supone su existencia.
El sabor de una literatura que recuerda a Pla gracias a su artesanía y a no complicarse la vida salvo para describir su rutina, algo nada fácil, contribuye a convertir este libro en una pequeña gema que te va a gustar si lo tuyo es la literatura de cercanía, de la realidad y de una vida como la tuya.