MiniCriticas: Zero Dark Thirty y Django Unchained

Publicado el 02 febrero 2013 por Danny @danielbermeo

Zero Dark Thirty (La noche más oscura)

Nota: 8,5/10
Quizás soy de ese minúsculo grupo que defiende la labor de Kathryn Bigelow realizado hace ya 4 años en The Hurt Locker (film que obtuvo el Oscar a mejor película), y digo que lo defiendo porque además de parecerme una película que logra transmitir con vehemencia el riesgo de un grupo de personas realizando actividades de mucha peligrosidad, es una cinta que carece de discursos morales pero es inteligente en su objetivo, con un explosivo suspenso y una tensión desbordante. Para muchos, entonces, Zero Dark Thirty confirma que lo que vimos en The Hurt Locker no fue solo cuestión de suerte de una directora que no había destacado del todo antes de aquella producción, sino que el pulso, el atino y ese manejo inquietante del suspenso se mantienen a viva voz e incluso se perfeccionan. Zero Dark Thirty habla sobre la operación llevada a cabo por la inteligencia estadounidense en la captura del mayor terrorista de todos los tiempos: Osama Bin Laden.
No quiero detenerme a analizar la veracidad de los hechos, o la polémica que ha generado la autenticidad de la historia, pero sí hablaré del perfil cinematográfico. Y es que Bigelow consigue realizar un ejercicio de tensión de primerísimo nivel; dos horas y media que pasan literalmente "volando" a través de las manos de una directora con entereza, frialdad y dominio del lenguaje bélico.

Zero Dark Thirty es magnífica en la presentación de los hechos que dieron lugar a la búsqueda y caza de Bin  Laden; el film consigue evitar los maniqueísmos y clichés transformando todo el metraje en un sólido retrato que lo vuelve aun más realista. Bigelow no se detiene a dejarnos una "lección" sobre patriotismo o una clase de ideología política; la directora se centra en presentar los hechos, nutrirlos de intensidad y dejar que el espectador saque sus propias conclusiones. A muchos parecerá una especie de documental o investigación periodística descafeinada, para otros (en los que me incluyo) es una espectacular guía e inconmesurable  muestra de buen arte cinematográfico. Y parte del buen accionar de esta película se centra en la protagonista (una maravilllosa Jessica Chastain) quien conlleva el peso de una operación de alto riesgo pero que es del tipo "mientras más me entero, más quiero"; obsesión se me viene a la mente en lo que respecta a su caracterización, la obsesión por la justicia, por la impotencia, por la sensación de fracaso en una búsqueda que cosechó la pérdida de varios amigos. Maya (Chastain) podría ser la perfecta representación de un pueblo dolido, convulsionado y con sed de venganza. Jessica eleva su personaje con atino y consigue adentrarnos a su mundo, hasta hacernos sentir y padecer sus miedos e inseguridades. Plano final que conlleva un sinnúmero de interpretaciones, hermoso y a la vez desgarrador. Zero Dark Thirty es una gran película, no solo por el fondo, sino por la forma, el estilo y todo el desarrollo que sostiene. Punto aparte todo el apartado técnico que es de aplausos, incluida la banda sonora del siempre genial Alexandre Desplat.
Django Unchained (Django desencadenado)

Nota: 9/10
Nunca me he considerado un fan acérrimo de Tarantino en el nivel que muchos de mis compañeros de cinefilia profesan, pero negar que es uno de los directores de mayor influencia en las últimas dos décadas sería mentir. Tras Inglorious Bastards, que me gustó pero no me maravilló, quería ver este western de Tarantino y comprobar si volvía al estilo que me hizo gozar como pocas veces (Kill Bill). El resultado ha sido cuanto menos, espléndido. ¿De qué trata? Dos años antes de estallar la Guerra Civil Americana (1861-1865), King Schultz (Christoph Waltz), un cazador de fugitivos alemán que le sigue la pista a unos asesinos, le promete al esclavo negro Django (Jamie Foxx) dejarlo en libertad si le ayuda a atraparlos. Con esta premisa se desarrolla un espectacular film de destreza visual, admirable narrativa y personajes emocionantes al mejor estilo tarantiniesco (¿existe el término?.  Django unchained tiene todas la cartas de un film de Tarantino; sólido e interesante guión, diversos personajes (irónicos, contemplativos o sin misericordia) y muchas escenas que desprenden brillantez por todos los lados. La venganza vuelve a ser utilizada como punto de inflexión en la historia que Quentin nos narra, pero esta vez centrada desde el punto de vista histórico (la esclavitud), lo que a su vez suscita un mayor apego a los hechos y empatía con el personaje principal. Django unchained es una desbordante y apasionante historia que rebosa genialidad. A diferencia de otras películas de Tarantino (es inevitable la comparación), Django tiene un ritmo que evita el cansancio o la pesadez, nutrido de grandes momentos. Homenajea a un género que gozó en la cúspide del cine por mucho tiempo, a través de claras y sonadas referencias, pero brindándole el toque chispeante y desvergonzado de su ingenio.

Django Unchained posee un extraordinario reparto: las caracterizaciones de Christoph Waltz como el caza recompensas que ayuda y libertará a Django (otro notable Jamie Foxx, aunque en menor medida) es apabullante; Waltz despliega el talento mostrado ya en Malditos bastardos, y su personaje además de ser el más jugoso es asumido con inteligencia. Samuel L. Jackson realiza un papel exquisito también, como un villano ¿diferente? pero cargado de humor y fascinante desenvolvimiento escénico. Leonardo DiCaprio también brilla, aunque quizás los otros dos se roban el protagonismo. La banda sonora ha sido un claro homenaje también, y a cargo del ya mítico compositor Ennio Morricone realza la labor de las imágenes; un espectacular soundtrack, con canciones y melodías perfectas. En definitiva que es una gozada. Un film que más de transmitir un discurso sobre los padecimientos de la esclavitud, es una influyente y eficaz forma de hacer películas, al mejor estilo y con sabido lenguaje cinematográfico.