Minimalismo y Valores

Publicado el 22 julio 2011 por Migueldeluis

Leo en The Everyday Minimalist un interesantísimo artículo en el que su autora distingue entre minimalismo, frugalidad y tacañería. Y tiene razón en que no son conceptos equivalentes. Un minimalista del primer mundo puede tener un portátil más caro que todo lo que puede poseer un pescador del tercer mundo. Tampoco, añado yo, es lo mismo mininalismo que respeto por la naturaleza. Ni mucho menos es minimalismo lo mismo que solidaridad. Una de las personas que más he admirado por lo solidario era, al mismo tiempo, un corazón desordenado que rodeaba su vida de cachivaches y trastos inútiles y no sabía nunca lo que tenía que hacer.

¿Le pongo un poco de solidaridad con ese minimalismo?

Hoy no es popular hablar de valores absolutos. Tampoco de que estén objetivamente jerarquizados, como proponía Schelercache. Parece más bien, que lo que está de moda es que cada uno ha de tomar la responsabilidad de organizarse los valores a su gusto.

Estoy radicalmente en desacuerdo con dicha idea que raya en nihilismo. Pero lo que sí está pasando es que, por suerte o desgracia, cada uno tenemos los valores ordenados de diferente manera.

Eso significa que cada minimalismo va a ser diferente. Podemos tener un minimalismo urbano ferozmente individualista y epicuréocache; otro ecologista, incluso –inventado hace siglos– uno religioso, pero echo en falta en los blogs un minimalismo solidario. Que no es lo mismo que una solidaridad mínima

No, de lo que se trata es de renunciar a los excesos por solidaridad con el mundo. Sí, por supuesto esto incluye la ecología, pero también y por supuesto los in-justiciados de la tierra. (¡Uy le pasa algo a este teclado iba a escribir pobres, pero me salió in-justiciados, curioso, ¿no?). Y es que el renunciar a lujos permite de un modo directo renunciar a los mecanismos de injusticia, a lo que los jesuitas llaman “estructuras de pecado” (o estructuras de mal si lo prefieres). Y, desde un punto de vista positivo, tener más disponible para ayudar, tanto en tiempo, como en dinero como, sobre todo, en libertad.

Y es que, ya os daréis cuenta, no se puede estar del lado de la justicia sin ofender a nadie.

Y esto es lo que me propongo aquí

Si hay un lugar para mí en el minimalismo, será a través de esta concepción solidaria del mismo. Una concepción que es consciente de que el minimalismo no es sino una estrategia para hacer realidad unos valores ya sean estos budistas, ecológicos, solidarios o cristianos.

No soy budista. En cuanto al ecologismo me gustaría serlo más, pero creo que por las experiencias vividas mis puntos fuertes están en lo solidario y en lo cristiano.

Vaya, que arrogante suena eso.

Vamos a decir que es la solidaridad y la religión me gustan mucho. Y que a partir de ahora van a formar parte explícita de mi versión del minimalismo.

¿Cuál es la tuya?