Revista Diario
Stephen King, en su libro Mientras escribo, cuenta que cuando se traba con algún argumento de sus novelas sale a caminar, o correr. Al parecer, una larga caminata le despeja la cabeza. No es que me parezca mala idea hacer ejercicio pero, en mi caso, prefiero hacer ganchillo. Lo hago porque tejer es una actividad que me permite pensar en lo que estoy escribiendo mientras ejecuto una acción productiva. Así he dado redondez a algunos personajes o se me han ocurrido soluciones a alguna trama y, al mismo tiempo, obtengo un lindo sweater o un mantelito para apoyar las tostadas del desayuno.
En estos días descubrí las Kokeshi hechas a ganchillo y, un poco por curiosa y otro porque me parecieron de lo mas coquetas, me puse a tejer una mientras pensaba cómo resolver la manera de sacar a un personaje de una conversación con otro, en las escaleras de cierta ciudad distópica sobre la que estoy escribiendo. Nació, entonces, la mínima muñeca de las fotos. ¿No es una monura?