Mira quien baila

Parece que corren buenos tiempos para el baile, Fama bien puede dar fe de ello; aunque también vimos como Belén Esteban ganaba Más que baile; así que no estoy tan seguro de ello. El caso es que ,quien más quien menos, de vez en cuando se anima a salir al medio y marcarse unos bailoteos. En algunas ocasiones la vergüenza hace que la gente se quede en su baldosa y no se mueva del sitio, sin embargo hay otros que lo compensan,  provocando vergüenza ajena entre sus colegas. Echando un vistazo por las discotecas patrias, he podido hacer una clasificación de los distintos tipos de bailarines (espero que Rafa Méndez no se me enfade). 
El humildeAquí tenemos al más simple de todos, le llamo el humilde porque la mayor parte del tiempo sus manos están en los bolsillos (temeroso quizá de que le roben su iphone). Pero no sólo eso, su cuello por momentos parece el de Fernando Alonso, ya que se fusiona con su espalda y desaparece cualquier atisbo de armonía en él. Por lo tanto, sus bailes se limitan de tal manera, que sólo pueden hacer "el muelle"; es decir, encogerse y estirarse mínimamente al tiempo que mueven la cabeza igual que un pato comiendo migas de pan. 
La de CCCSi, amigos, el universo CCC no se limita a cursos de guitarra española; es por eso que mucha gente se apunta a clases de baile; y claro, eso hay que demostrarlo a las amigas. Esta es fácilmente identificable, ya que cuando ponen algún baile de salón empieza a hacerse hueco entre la gente para demostrar sus dotes. En ese preciso instante, no la puedes tocar, ni hablar, es extremadamente importante que no se distraiga, porque tiene que desplegar todo su repertorio de cuatro pasos perfectamente memorizados. Es altamente recomendable, felicitarla al final de su actuación, porque si no, saldrá corriendo a exigir la hoja de reclamaciones de la academia. 
El codosEste tiene un concepto de bailar un poco especial, además de que restringe bastante sus momentos de acción. Solamente lo verás moverse cuando suene alguna canción de Mago de Oz, Ska-P o similares. En resumidas cuentas, las canciones en las que únicamente hay que saltar como un poseso y, opcionalmente, repartir estopa entre el personal. 
El verbenasEste es el más esporádico de todos, ya que solamente se prodiga por estos lares cuando hay fiestas de guardar o alguna fiesta patronal. Hay un par de complementos que nunca le faltan, un puro (o cigarro en su defecto) y un cubata. Normalmente aprietan bien el puro con los dientes, al tiempo que ponen cara de estar dándoles el sol de frente. Sus momentos estrella se producen cuando ponen la Conga, el Chacachá del tren o Paquito el Chocolatero. Otro detalle a tener en cuenta, es que dan palmas bien fuertes con todas las canciones, aunque se trate de una canción de Alex Ubago. 
Las GagasEl fenómeno Lady Gaga parece no tener límites, y esto poco a poco se va viendo reflejado en la sociedad. Señores, señoras, la extravagancia ha llegado. Así que, cada vez es menos raro ver a la gente haciendo bailes escatológicos, con movimientos dignos del mismísimo Chikilicuatre. Estoy seguro que muchos de ellos,  están patrocinados por alguna multinacional de ortopedia. En este caso en concreto, si el físico te acompaña puedes ganarte la vida de gogó, en el caso contrario también puedes tener éxito, pero será subiendo vídeos a Youtube.   El paso baseEsta es una técnica muy extendida entre el género masculino, pero muy personal a la vez. Se trata, básicamente de aprenderse un movimiento entre simple y ridículo, pero que te sirve para casi todo tipo de música. Sencillamente, tienes que limitarte a repetirlo cuando la canción entra en "el subidón". Cabe reseñar, que hay personas que necesitan de un cubata en su mano para poder hacerlo, de lo contrario pierden el equilibrio. 
Las MourinhasEstas siempre van en grupo, nunca se quedan al descubierto, aquí siempre prima más el colectivo que las individualidades. Es por eso, que parece que hubieran adoptado la doctrina de Mourinho, ante todo mantener una buena posición defensiva y volverte a casa sin que te marquen ningún gol. Tienen varias estrategias para defenderse de posibles "ataques" discotequeros. Una de ellas es bailar en un círculo perfectamente cerrado en el que no pueda entrar nadie, otra es hacerle la cobertura a su compañera , iniciando un baile defensivo cuando algún osado intenta iniciar una conversación. Al final de la noche, y a modo de trofeo, se hacen una foto a sus zapatos y retiran sus tropas.