Revista Diario
mirando al sur
Publicado el 18 mayo 2011 por InesnavasMispalabras naufragaronen lapuerta clausuradade susojos.Entonceslos míos fueronespejosabiertos a la saldel llanto.Losespacios se diluyeron, y aspiré elhorrordenombrarlos en silencio.La innúmeraarena (tal decíaBorges)fue laimagen de una playairremediable.Y partí,a pesar detodopartí…Atravesandoesa lluvia dejacarandá bajo laturbia mirada deun sol, tanalto en su piedad,y tancallado e invisibleen elsollozo,hastaperder tu fulgor irreductible en elhorizonte; tu peregrinalucidez,tuvacilación,y ese adióstendido en la pielcomo unbrujo oscuro.
No essencillo huir de timi BuenosAires.Lanostalgia anuda la gargantade todostus herederos,y un tangose cuela entre las alasdónde sefunda tu incompresibleparaíso.
No essencillo huir de timi BuenosAires,ni de tu extravangante locuraque nosenvenena y nosenamora.Dicen tusdioses que eresla dósis dehorror y de embrujoquenecesita todo mortal parasentirse vivo.A decirverdad, no lo sé, o acaso notermino de creerlo.Mas somosdulces rehenesdel ruborde tu arcoiris, cuandoel rocío,que te torna tanverde, sevuelve monje de humo.
Pero porsobre todoeres lasformas del amorarrinconadomás allá dela rompiente azul queencierra todas las melancolíasde los quete estamos destinados.