Si te enfrascas acabarás encerrado en un bote de cristal. Y los botes de cristal son siempre transparentes. En muchas ocasiones, suelen ir acompañados por una etiqueta y en algún lugar, llevan escrita la fecha de caducidad. Así que no te enfrasques. Abre el bote y deja que todos prueben de él.
Imagen: Karinregina