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Mis amigas

Publicado el 17 febrero 2012 por Marisapuig
MIS AMIGAS  Mi amiga Pilar me descubrió un mundo que creía olvidado. El de las mujeres solas y desconocidas.  Nos convocó a su 50 cumpleaños  -¡Dios mio que viejas somos! o mejor como pasan los años sin que nos enteremos pero hay que ver que estupendas estamos todas- a una cena a la que venía una amiga de cada etapa de su vida, una del colegio ¡que tiempos aquellos!, otra su vecina, otras de la vida universitaria- ¡que raritas eran estas del Poli!- las de su época en Alemania y las de la crianza de las niñas, guardería, parque, cole y demás sacrificios que  hacemos las mujeres con tal de que nuestros hijos sean seres de provecho y personas con todas las letras.Aquel día iba un poco remisa- no asustada porque a mí pocas cosas me asustan, se que casi siempre respondo a los retos- por aquello de que no conocía a nadie más que a Pilar, ¿quienes venían? ¿cómo lo iba a pasar con absolutas desconocidas? ¿de qué ibamos a hablar?   Sin problemas, reto superado. Cuando muchas mujeres se juntan tienen mucho de que hablar aunque no se conozcan previamente. Hay temas en común para hablar hasta la extenuación, sin pausa, sin trabas y con mucho ahínco.  Aquella cena fue un éxito, nos reimos, bebimos- para que negarlo está en nuestra naturaleza- y hasta tuvimos número montado por borrachos, putas y policia local...¡todo un crack! Tal fue nuestro regocijo que decidimos repetir cada año.Con sus 51 Pilar estaba tan asquerosamente estupenda como siempre-igual que las demás no lo voy a negar- pero ella tiene un algo- no se si será su altura- que la hace elevarse por encima de nosotras. La fiesta fue una sorpresa para ella- aunque me temo que se lo olía- a la que acudimos todas con auténtica pasión. No tengo palabras para describir las risas que nos pegamos aquella noche. Lo primero el champán, al que se suponía que nos invitaban y que nos costó un sueldo y, lo demás....¡concurso de cata de whisky! ¡pub nostálgico con música de los ochenta! y cinco abuelos- en realidad de nuestra edad pero mucho más perjudicados ¡hay que ver que poco se cuidan los tíos!- que pretendían ligarnos con artes bastante zafias, todo hay que decirlo.   Pero a lo que iba. Pilar me descubrió un mundo que había olvidado. El de las mujeres solas, el de las mujeres que por no conocerse o por conocerse demasiado- de la niñez- hablan sin rubor, no temen contar cosas porque saben que no saldrán de allí- no en vano no conocen tu entorno- que se confiesan y que hablan como lo hacíamos de adolescentes, sin trabas, sin complejos y sin miedos.  Cada una habla de lo suyo con absoluta naturalidad, sin temer el que dirán y sin unos ojos masculinos que te controlen. No voy a hacer una diatriba contra nuestros "santos" porque no viene al caso, creo que todas estamos lo suficientemente a gusto con ellos como para seguir juntos, les queremos y les respetamos, pero un poco de "libertad" no viene  mal de vez en cuando, bailar como una peonza, ligar- que quieren que les diga, se agradece que aún te miren con  más de cincuenta- hablar sin tapujos y beber gin-tonics sin que nadie te controle cuantos llevas y, como las mujeres somos infinitas para la juerga no tener hora para llegar a casa. Disfrutamos como enanas y decidimos repetir. Lo hacemos todos los años una o dos veces y estamos todas esperando que Pilar nos mande un mail de convocatoria al que acudimos con auténtico estusiasmo.  Las amigas tienen un puntito- perdón por la concesión a la sintaxis- que te da vida. Hay amigas en cada momento de tu vida y es un error prescindir del apoyo de otra mujer. Siempre encuentras a alguna que te entiende, que sabe lo que sientes, que conoce tu vida y que sabe estar a tu lado. Hay amigas para cada momento, para cada problema, circunstancia y una en cada lugar. Los hombres- nuestros hombres- son estupendos pero no para todo. Mil veces no te entienden, mil veces creen que estás loca, tantas veces no te escuchan que necesitas eso, una mujer que siente como tu, que sabe por lo que pasas, que vive la menopausia igual que tú, que tiene dudas, que no las tiene y que te apoya. Siempre he tenido amigas- unas las mantengo, otras son recientes y muy importantes- pero me siento apoyada y querida, algunas han sido fundamentales en momentos difíciles y les estaré eternamente agradecida, las quiero y las cuido y espero no fallarles nunca. Me han ayudado en momentos difíciles, me rio con ellas, nos bebemos barriles de cerveza siempre que se tercia y son fundamentales en  mi vida. Gracias a todas sin excepción...y gracias Pilar por permitirme descubrir de nuevo el maravilloso mundo de las mujeres y gracias Milu por los miles de cervezas que nos hemos bebido en los últimos tiempos al sol y por lo que ello ha contribuido a nuestra relación y a mi tranquilidad y gracias a mis amigas del pádel por las risas que nos pegamos cuando comemos, a Amparo que siempre me alegra el día con sus salidas a cervecear, a Mariajo por las risas tan bordes y los comentarios que hacemos....y que decir de Cristina- que es como mi hermana- y por supuesto Begoña que siempre está conmigo.

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