Mis Dos Mundos y el Ogro

Publicado el 26 agosto 2010 por Keikopura


Mis Dos Mundos y el Ogro

MIS DOS MUNDOS Y EL OGRO

El siguiente relato, un tanto extraño, nació en confusas circunstancias. No sé con claridad si lo soñé, lo viví o si, algún extraño y misterioso ser que habita dentro de mí, me lo reveló. La razón del porqué tengo estas dudas es que, a causa de la enfermedad que padezco, diagnosticada clínicamente como Esquizofrenia Paranoide, existen etapas en que me aqueja una gran confusión mental y que, incluso, puede provocar que no logre distinguir la realidad de la ficción.José AntonioRectas paralelas son aquellas que, estando en un mismo plano y manteniendo la misma distancia, se prolongan hasta el infinito.Por la recta de la derecha, transitan todas las personas, las normales, las felices, es decir, el mundo. Por la recta de la izquierda transito yo, José Antonio o sea, mi mundo.A medida que voy transitando observo, ocasionalmente, de soslayo, la recta de la derecha, el mundo, el de las personas normales. Alcanzo a distinguir señores, señoras, niños felices jugando, ancianos sentados en la costanera disfrutando del sol y observando el horizonte, parejas de novios conversando alegremente. Mientras yo, continúo caminando por mi recta, la de la izquierda, con la cabeza inclinada, mirando hacia abajo, actitud que me permite caminar con tranquilidad, pues tengo la certeza de que no se percatarán de mi presencia, y por lo tanto, de mi forma, pseudo humana, de mi cuerpo amorfo, asimétrico, mis manos que van tomando distintas formas como las de un ave de rapiña, las de un sapo, un cerdo, e incluso las he podido ver arrugadas y temblorosas, como las manos de un anciano.La distancia que existe entre una y otra recta es moderada, por esa razón puedo escuchar las voces, llantos y risas del mundo, lo que me produce un profundo estremecimiento y felicidad, pero que inevitablemente, termina por entristecerme. No puedo comprender que desde mi mundo, del cual me parece ser yo el único habitante, exista una diferencia tan inalcanzable a pesar de la breve distancia que existe entre los dos.Un día, mientras caminaba, cansado, asustado angustiado, de pronto, se me vino a la mente una idea, que en ese momento yo consideré genial. La idea consistía en traspasar el espacio que existía entre las dos líneas y pasarme a la de al lado, al mundo de los normales. La distancia entre los dos mundos era pequeña. Mientras caminaba, pensaba: en el mundo de los normales disfrutaré de todas las cosas hermosas que allí existen, conoceré a distintas personas, compartiré alegremente con ellas, conoceré otras culturas, ríos, lagos hermosos, lagunas, podré disfrutar del sol, de la lluvia y sobre todo, de la luz, pues mi mundo es todo tinieblas, y confusión.¿Por qué esta idea no se me había ocurrido antes, si es tan sencillo?Con mucho optimismo, me decidí a poner en práctica mi plan, plan que, en definitiva, significaba mi salvación, mi vida, el salto definitivo a mi felicidad, a la normalidad.Avanzo unos pasos en dirección a la línea de la derecha, a la del mundo de los normales, y ocurrió algo inesperado.- ¡ALTO! Dijo una voz fuerte, ronca , estremecedora, era como un rugido espantoso que por unos segundos dañó mis tímpanos- ¿QUÉ PRETENDES HACER?Yo, sin poder atinar qué contestar, respondí con voz entrecortada.- ¡NECESITO URGENTEMENTE PASAR AL MUNDO DE LOS NORMALES!- ¿NO SABES, ACASO, QUE PARA TI ESTÁ ESTRICTAMENTE PROHIBIDO? Me respondió.- ¡NO LO SABÍA!, respondí. Y a continuación le pregunté- ¿QUIEN ERES TÚ?- ¡YO SOY EL ENCARGADO DE PROTEGER A LOS DE LA LÍNEA DE LA DERECHA, Y MI MISIÓN ES EVITAR QUE TÚ LA TRASPASES!- CREO, le expresé, QUE NADA NI NADIE PODRÁ EVITAR QUE LA CRUCE.- ¿ME ESTÁS DESAFIANDO? .Preguntó con una voz, que más que voz, la percibí como un rugido espantoso que me aterrorizó.- ¡SI!, le respondí con temor.- ¡PUES ENTONCES INTÉNTALO!En ese momento, me puse en guardia, en posición de lucha, con la actitud de un guerrero que tendrá que enfrentarse a un poderoso ejército.- ¡AQUÍ ESTOY, ATACA!Lo que vi frente a mí, era un monstruo, un ogro, con ojos que destellaban rayos de luz enceguecedores. Su cuerpo estaba cubierto de escamas, su rostro aterrador se mutaba constantemente mostrando diferente formas; un payaso, un león, un ave de rapiña, etcétera.Me decidí, y me lancé al ataque:Al lanzarle el primer golpe saltó como un rayo, quizá, como una estrategia para atemorizarme, sus manos se convertían, espantosamente, en manos de águila, de un cóndor, de un avestruz. Sus patas eran como las de un dinosaurio que de pronto se transformaban en patas de cocodrilo, de león, de elefante, era una mutación constante. Por un breve momento lo vi delante de mí como una hermosa dama seductora. Su objetivo era, indudablemente confundirme. Cuando estaba preparado para lanzar mi segundo ataque, su cuerpo, cubierto de escamas ahora mostraba toda su piel, desnuda, cubierta de sangre, como cuando se descuera un animal. Era aterrador.Aún así, y como último recurso, lancé otro golpe, pero fue en vano, había desaparecido, y en un segundo, escuché su espantosa risa, que más que risas, eran carcajadas como alaridos amenazadores, a mis espaldas. Lo enfrenté y, con una voz que expresaba decepción y abatimiento, cansado sin ánimo, le expresé:- ¡ME HAS DERROTADO!- SABÍA QUE TE VENCERÍA, PUES, TE LO ASEGURO, ¡NUNCA PODRÁS DERROTARME! Contestó él con una actitud amenazadora.Pasó el tiempo, no sé cuánto, pero pudieron haber sido días, meses años. Me sentía más sereno, tenía una sensación de esperanza, era como si en mi pequeño planeta estuviese apareciendo una tenue luz. Pero aún así, continuaba caminando por mi línea, por mi mundo. Cuando observaba hacia el lado derecho, hacia el mundo de los normales, todo era amor, flores, primavera, en resumen: felicidad y alegría.De pronto, y quizá sin pensarlo, o probablemente, porque ya habían quedado en el pasado mis traumas, traumas que ya ni siquiera recordaba, decidí cruzar la frontera nuevamente.Comencé a cruzar serenamente, con aire distraído, sin preocupaciones, pero con una ilusión que invadía todo mi ser. Cuando estaba alzando mi pie para dar el último paso hacia mi definitiva felicidad, escuché nuevamente una voz, como un trueno:- ¿PENSASTE QUE ME HABÍA OLVIDADO DE TI?Sentí un estremecimiento que recorrió todo mi cuerpo. - ¡PODRÁN PASAR MUCHOS AÑOS, PERO YO SIEMPRE ESTARÉ AQUÍ, PRESENTE! ¡PARA EVITAR QUE SALGAS DE TU MISERABLE MUNDO Y PASES A LA LÍNEA DERECHA, AL MUNDO DE LOS NORMALES, PUES ESA ES MI ÚNICA MISIÓN!- ¡NUNCA DEBES OLVIDAR QUE TU MUNDO Y EL MUNDO DE LOS NORMALES SON PARALELOS! ¡Y SEGUIRÁN ASÍ HASTA EL INFINITO!Ya sin esperanza, y como último recurso le pregunté:- ¿PUEDES DECIRME TU NOMBRE?- ¡NO, NO PUEDO DECÍRTELO!- ¿CUAL ES LA RAZÓN DE TU NEGATIVA?- ¡SI TE DIGO MI NOMBRE PUEDES MORIR!- ¿Y SI YO MURIERA, EN QUÉ TE PUEDE AFECTAR?- ¡SI TÚ MUERES, TERMINARÍA MI MISIÓN Y TAMBIÉN YO DEJARÍA DE EXISTIR!Pensé en su respuesta, traté de entender cuál era el fondo de su mensaje, pero no fui capaz de encontrar una explicación lógica. Así que decidido le expresé:- ¡AÚN ASÍ NECESITO SABER TU NOMBRE!- ¿A QUÉ SE DEBE TU TOZUDEZ?, me preguntó. - ¡YA QUE NO PUEDO DERROTARTE, PUES HE LLEGADO A LA CONCLUSIÓN DE QUE ERES INFINITAMENTE SUPERIOR A MI, POR LO MENOS QUIERO SABER EL NOMBRE DE ESE SER TAN PODEROSO Y MALVADO QUE ME ACOSA Y ASEDIA HASTA EL HASTÍO, ES LO ÚNICO QUE TE PIDO!- BIEN, respondió.- YA QUE TANTO TE INQUIETA SABER MI NOMBRE TE COMPLACERÉ.Y con una voz estruendosa, que hacía temblar la tierra, me dijo:- MI NOMBRE ES….- ¡JOSÉ ANTONIO! Sentí que mi sangre hervía, luego un frio intenso, un debilitamiento general yME DESVANECÍ.