El resumen de nuestros favoritos empieza en el Indalo. Evidentemente, y por el nombre, se trata de una bar de tapas al estilo almeriense; es decir, por cada consumición tienes una carta de tapas bastante contundentes de la que se puede elegir una. Al principio la oferta de vinos era escasa pero la han mejorado, además de que tiran la cerveza muy bien.
Cerca de aquí se encuentra El Charquito, como restaurante nunca lo hemos probado y aunque no se estila el tapeo de pie por Valencia aquí si que ves a gente haciéndolo, aunque la barra es muy pequeña. Además sirven muchos tipos de vino por copas (tampoco es habitual). El trato es muy bueno y te van poniendo tapas, cada vez mejores, según pides rondas. Es un bar
Raro (o al menos peculiar) es también el Jamón-Jamón, en la misma calle (Asturias). ¿Por qué es raro? porque no parece que estés en Valencia, sino en Madrid... un bar con gente bebiendo botellines de pie!!!!, la barra llena, el exterior lleno, conversaciones, cervezas y muy buen rollo... y, a mi gusto, sirven de las mejores bravas de la zona. Ojo, solo por la mañana, es ambiente vermú, por la noche no hay cocina.
Cerca de esta zona está la calle Isla de la Toja, la zona de las terrazas. Aquí hay de todo, aunque en algunos el servicio es bastante lamentable y muy de temporada (en el Cincel, incluso, la carta no tenía precios). Otros se salvan, como Bacco, pero solo por sus tapas. Es más restaurante que bar con una gran carta de vinos, con mucha referencias a vinos y cavas valencianos. Dicen que son las mejores bravas de toda la ciudad, y no están mal, pero como paelleros... en la entrada pone maestros arroceros pero este local ostenta el premio a la peor paella de nuestra vida. Estaba tan mala que incluso protestamos y no nos la cobraron.
Otro restaurante a destacar como curiosidad es el Asador Plaza España, puedes comer diversos tipos de carnes raras y exóticas (antílope, gacela, cebra, ñu, kudu, kobe, canguro, camello, avestruz, reno, bisonte e incluso cocodrilo) y estas carnes las puedes combinar con tapas tan españolas como las bravas, el pulpo o la oreja. Tienen incluso cocodrilo que no pudimos probar porque estaba muy caro (120€ la ración) debido a los impuestos en las importaciones. Aunque nos dijeron que su carne no merecía mucho la pena, también nos contaron que en Jerez han puesto criaderos por lo que es posible que pronto esté más barato. El servicio espectacular, muy, muy amables. Las carnes las sirven crudas y te las haces tu mismo en plancha, eso está bien porque así puedes apreciar las distintas texturas, tipos y colores. También puedes pedir raciones o medias raciones, lo que es muy interesante para poder pedir y probar distintos tipos en plan cata. Nosotros pedimos (En la foto de izquierda a derecha):
- Bisonte, parecido a la ternera pero con mucha veta
- Reno, del estilo del ciervo. Algo duro
- Avestruz, carne muy suave
- Camello y Cebra, muy fuertes saben a animal añejo, a pelo, como el cabrito, sobretodo la cebra. La carne de camello es algo más suave y veteada
En raciones a parte pedimos kobe (genial, ternera muy fina y suave) y canguro, también parecida a la ternera. Todo eso, con cervezas, entrantes, vino, postres y cafés, 5 personas: 130€. Merece la pena.
Por último, y como no podía faltar, una mención a la paella. La mejor de la ciudad a nuestro gusto se encuentra en Ca'Merche (Av. Alcalá Galiano, 40). Los antiguos propietarios de La Pepita cerraron su local y abrieron este restaurante donde por 8 euros la ración se puede degustar una paella espectacular. Recomendamos, por supuesto, la valenciana. Solo con pollo, conejo, garrafón y judia verde (alcachofa y carcoles también opcionales). Nada de experimentos "mixtos". El precio barato, en nuestra última visita 4 comensales con entrante de clóchinas (mejillones de puerto de la zona), paella, cava, agua y cafés: 57 euros... a menos de 15€ por persona.