ATC son las siglas de Artistic Trading Car, Carta artística intercambiable, son pequeños trabajos artísticos en miniatura respetando las medidas: 2,5 por 3,5 pulgadas, es decir 6,4 por 8,9 centímetros, que es el tamaño estandar de una carta de naipes.
En teoría, una ATC consta de dos partes. En el anverso se desarrolla el tema elegido, que puede ser libre o, si se propone, sobre un tema concreto; y en el reverso se suelen poner ciertos datos como el título de la ATC, el nombre del autor, la fecha y la numeración de la tarjeta que la debería hacer única dentro de su serie e indicando el número total de cartas que tiene la serie.
Historia del movimiento ….
Parece ser que en 1997, el artista suizo, M. Vanci Stirnemann, creó 1.200 tarjetas a mano como parte de una exposición. El último día, invitó a otros a crear sus propias tarjetas y a intercambiarlas. Según Stirnemann no necesitamos ser artistas para ser creativos. Después de eso, muchos artistas en el mundo siguieron su ejemplo. Hay también muchos intercambios en línea.Ahora que me ha dado también por el scrap he conocido el foro Divas in Recicling donde hace poco que también llegaron las ATC’s y espero que sea para quedarse porque creatividad no sé, pero ideas me están viniendo un montón y ganas de compartir aún más.
Hace muy poquito que me llegó otra postal de mi ahijada en la India, el sobre siempre me ha parecido muy curioso porque está reforzado todo el interior con hilo. Si normalmente me cuesta tirar los sobres, de estos no he tirado ninguno, me apetecía que fuera la base de mis primeras ATC.
Pronto llegó junio y yo sin hacer mis ATC, se propuso el tema “La magia de las hadas” y se empezaron a enseñar autenticas obras de arte, me da pena hacer y publicar las mías… pero … soy testaruda…
Utilicé el sobre que comentaba, lo pinté con un poco de verde y otro de blanco, luego le puse 13 flores rosas y 7 amarillas, parece pequeño pero, como las ATC son pequeñitas, me han salido 12!
Luego les he puesto de todo un poco … flores, purpurina, tela, cintas, abalorios y luego se las mostré a la profe, en foto, me dijo algo así como que eran “de pésimo gusto!”, que eso está de moda ahora, pero que podía hacerlas aún con un poco más de mal gusto… “Ten mal gusto, exagera!” -me dijo, así que les añadí algún brillantito más y las primeras recién salidas del horno quedaron así:
se puede ser más kitsch? seguiremos intentando! jeje