Esta noche llegan los Reyes Magos. Es un día especial, sobre todo para los niños pequeños. Ellos piden en una carta lo que desean recibir como regalo. Pero nosotros los adultos deberíamos hace lo mismo. Es principio de año y todos tenemos deseos que cumplir y oportunidades que esperamos de la vida…aunque solo sea paz, amor y felicidad, cada día!
Frecuentemente pensamos que nuestro tiempo es único y, por ello, solemos pedir objetos y regalos asociados a nuestro momento. Yo, desde hace años, pido cosas esenciales en mi vida, pues lo son ahora y lo serán para siempre, mientras viva. Son valores, aptitudes y actitudes que son válidas para siempre y desde siempre. El propio regalo de la vida ya lo es y cualquier cosa que ayude a vivirla mejor ya me sirve, incluso en estos momentos que creemos únicos y especiales…
Es verdad que estos son momentos históricos, difíciles y complicados, en el mundo entero. El cambio siempre lo es! Es verdad también que demasiadas veces el árbol no nos deja ver el bosque repleto de árboles. Por eso, ante la incertidumbre actual, solo pido que sepamos mirar, sentir y vivir las circunstancias como lo que son, solo circunstancias pasajeras. Ya sabes que la vida es constante cambio y que solo lo esencial perdura en el tiempo…
Por eso te traigo este viejo texto del siglo XV que, como casi cada año desde hace unos cuantos, publico porque te ayudará a relativizar este momento que vives, descubriendo que más allá del tiempo y del escenario que nos ha tocado en suerte, hay deseos que son válidos para siempre. Y eso es precisamente el mejor regalo que pueden hacerte, ya sean tus seres queridos… o la propia vida.
DESIDERATA
Anda plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda
que paz puede haber en el silencio. Vive en buenos
términos con todas las personas, todo lo que puedas
sin rendirte. Di tu verdad tranquila y claramente;
escucha a los demás, incluso al aburrido y al ignorante;
ellos también tienen su historia. Evita las personas
ruidosas y agresivas, sin vejaciones al espíritu. Si te
comparas con otros, puedes volverte vanidoso y
amargo; porque siempre habrá personas más grandes
y más pequeñas que tú. Disfruta de tus logros así
como de tus planes. Mantén el interés en tu propia
carrera, aunque sea humilde; es una verdadera
posesión en las cambiantes fortunas del tiempo.
Usa la precaución en tus negocios; porque el mundo
está lleno de trampas. Pero no por eso te ciegues a la
virtud que pueda existir; mucha gente lucha por altos
ideales; y en todas partes la vida está llena de
heroísmo. Sé tú mismo. Especialmente no finjas
afectos. Tampoco seas cínico respecto del amor;
porque frente a toda aridez y desencanto el amor es
perenne como la hierba. Recoge mansamente el
consejo de los años, renunciando graciosamente a las
cosas de juventud. Nutre tu fuerza espiritual para que
te proteja en la desgracia repentina. Pero no te
angusties con fantasías. Muchos temores nacen de la
fatiga y la soledad. Junto con una sana disciplina, sé
amable contigo mismo. Tu eres una criatura del
Universo, no menos que los árboles y las estrellas; tú
tienes derecho a estar aquí. Y te resulte evidente o no,
sin duda el Universo se desenvuelve como debe. Por lo
tanto, manténte en paz con Dios, de cualquier modo
que lo concibas y cualesquiera sean tus trabajos y
aspiraciones, mantén en la ruidosa confusión,
paz con tu alma.
Con todas sus farsas, trabajos y sueños rotos,
éste sigue siendo un mundo hermoso. Ten cuidado,
esfuérzate en ser feliz.
Manuscrito hallado en la vieja iglesia de Saint Paul, Baltimore, 1693.