Revista Talentos

Misericordia, aquelarre primaveral, nostalgias de Nueva York

Publicado el 19 noviembre 2015 por Ptolomeo1

Espíritu SantoCon raíces tanto en el vocablo griego é-le-os como en el hebreo ra-jamím, la misericordia es tanto una práctica compasiva que impulsa a tender una mano a quienes padecen para aliviar su sufrimiento, como un atributo de la divinidad propio de su amor infinito hacia todos los seres. En la acepción latina deriva del latín misere cordis ia y alude al corazón solidario que se conduele con la necesidad ajena.

En hebreo ra-jam es un verbo cuyo significado podría traducirse como “sentir amor entrañable” o “ser compasivo”; raham se refiere a entraña o seno materno y pone de manifiesto la cualidad inherente al amor maternal que resulta ilimitado, compasivo y sanador en sí mismo. La misericordia impulsa a expandir ese amor hacia el prójimo cuando se presente la necesidad, para aliviar de alguna manera el sufrimiento ajeno.

Un día antes del atentado que vistió de luto a París un niño de tres años llamado Haldar Mustafa resultó víctima de la explosión en el centro comercial del barrio Burj al Barajne, en el Líbano. Su rostro inocente parcialmente vendado mereció alguna dedicatoria en algún periódico, a posteriori de la masacre en la capital francesa. También este ataque había sido reivindicado vía web por el grupo yihadista EI.

Me atrevo a afirmar que desconocemos la mayoría de las causas y consecuencias de las decisiones de los poderosos, que impactan en niños como Haldar o en adultos como los que perdieron la vida en París por la barbarie que implica cualquier acción de esta naturaleza. Como contrapartida los bombardeos franceses a Siria se han  profundizado aún más: ciudades como Raqqa, próximas a un campo de entrenamiento terrorista según la información circulante, habrán sufrido con la intervención gala daños colaterales cuya cifra probablemente no será difundida.

El correlato de todas las acciones bélicas, cualquiera sea su origen o expresión, es el dolor. Dolor por los muertos, dolor por los huérfanos, dolor por los heridos, dolor por los pueblos que suman karma a su historia ancestral, que en algún momento debe saldarse en las cuentas del Universo. A los demás, testigos mudos y prescindibles en el tablero de los gobernantes del mundo, sólo nos queda contribuir desde nuestro lugar de la manera que podamos para llevar una dosis de consuelo desde el pensamiento, la meditación o la oración a un mundo que no tiene por qué disgregarse en la oscuridad que implican la desigualdad y la sinrazón.

Mercy Songs es un compilado de mantras tibetanos, cantos védicos e himnos cristianos entonados por la voz de Mercedes Bahleda, que invita a meditar con un sentimiento de misericordia hacia todo el género humano. Con lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta pero también con la certeza de que la energía positiva del amor forma redes intangibles que atraviesa distancias, brindemos compasión, solidaridad y afecto a tantas víctimas del lado sombrío de la naturaleza humana.

Aquelarre primaveral

Vela de AleViernes 13 en la ciudad, noche de brujas para los círculos esotéricos, noche también de resonancias lejanas y terribles que remiten al año 1307, cuando Felipe IV de Francia ordenó la disolución de la Orden del Temple así como la tortura y posterior ajusticiamiento en la hoguera de sus integrantes.

Para nosotras, el último viernes 13 fue tiempo de aquelarre en casa de Ale, aguardado con gran expectación por cuanto hacía casi un mes que no estábamos juntas. Ausencia con aviso de Adriana por jornada académica en otra ciudad y de Apre por motivos diversos, así que nos abocamos con Ale y Marcela a disgregar los acontecimientos de las últimas semanas, beber el cocktail de pomelo preparado por la anfitriona y disfrutar de un delicioso salmón con vegetales.

Sin prisa y sin pausa los periplos, los últimos acontecimientos mundiales, las perspectivas del país ante las próximas elecciones y las circunstancias personales de cada una fueron transitando por la conversación, hasta que llegó el momento del café y de las respectivas consultas a los hados del destino para que nos guíen acerca de la vibración energética prevaleciente en cada una.

Largamente transcurrida la hora de Walpurgis nos despedimos hasta el próximo encuentro, reconfortadas por el efecto sanador que ejerce una reunión de amigas: intangible, benefactor, su resonancia positiva se extiende en el tiempo y en el espacio como una red de permanente protección.

Nostalgias de Nueva York

Staybridge SuitesAl contrario de lo que afirma mi muy querido Joaquín Sabina, procuro volver a los lugares en los que he sido feliz. El placer de redescubrir las mismas calles, los mismos espacios verdes, aquel museo que nos introdujo en la belleza de determinada creación artística…Mientras tanto, la nostalgia se desata sin avisar cuando algún detalle nos remonta a aquellos sitios inolvidables en la historia de nuestras vidas.

Nueva York está aún latente en mi corazón, tal vez porque recién ahora hay tiempo suficiente para meditar, rememorar y atesorar. Y los recuerdos me transportan a aquellos días en los que Staybridge Suites fue nuestro remanso luego de tantas jornadas agotadoras, en las que la ciudad se había apoderado de nosotros y nos costaba despedirnos de su seducción para descansar.

Y entonces el placer reparador de una ducha nocturna se complementaba con los amenities que nos esperaban en el cuarto de baño, y era tiempo de descanso hasta el día siguiente en el que Nueva York nos sorprendía, resplandeciente en su diversidad, una vez más.


Misericordia, aquelarre primaveral, nostalgias de Nueva York

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