Cuenta una leyenda urbana que la más bella de las jóvenes dublinesas del siglo XII, era Molly Malone, una joven vivaracha que vendía pescado con su carreta en la zona elegante, cerca de Grafton Street y Saint Stephen’s Green, por el día, y su cuerpo a los estudiantes del Trinity College por la noche.
Molly recorría las calles de la ciudad, rodando su carreta cargada de “berberechos y mejillones vivos”, como ella misma cantaba. Se dice que murió joven en las calles de Dublín, algunos dicen que de cólera y otros de fiebre tifoidea.
Cobró tanta relevancia social que se le escribió una canción, la cual se ha convertido en himno oficioso (que no oficial) de la ciudad, y ha obtenido el estatus de himno irlandés. Existen muchísimas versiones, pero parece que se le atribuyen los honores a James Yorkston, que publicaría la canción en la década de 1880, en Londres.
Tiene una estatua homenaje que se encuentra al final de Grafton Street, enfrente del Trinity College. La estatua de Molly y su carro es cariñosamente apodada, de forma coloquial “The tart with the cart” (la golfa con el carro).
Algunos nostálgicos aseguran que su espíritu vaga por las callejuelas de Dublín tarareando la cantinela.
Publicado por: gogol