Momentazos F (I)

Llevo un tiempo que me digo que tengo que poner a escribir por estos lares, pero por unas cosas u otras no lo hago. Debería comentar Kafka en la orilla pero no encuentro las palabras. O alguna que otra cosa que he visto o he jugado. Pero no me sale la vena de antes a la hora de escribir los "análisis". Falta de musas, o algo así.
Por lo tanto he decidido crear una sección veraniega en la que contaré las batallitas en las que me veo inmerso todos los días. La sección la he denominado Momentazos F. ¿Qué significa la F? Pues bien sencillo, estoy ayudando en el negocio familiar que es una Farmacia. Hago los trabajos monótonos y que no necesitan de muchos conocimientos. Aunque al final del día te das cuenta de que siempre es lo mismo con alguna variante. En una farmacia ocurren mil cosas, es impresionante. En serio. Es un patio de cotilleos y vivencias. No revelaré nunca datos confidenciales, ni cosas parecidas. Más bien anécdotas que rozan lo absurdo y cómico.
Para inagurar la seccion racion doble de Momentazos F:
1.- Ayer me encontraba yo tan tranquilo sentadito en la mesa del ordenador navegando sin rumbo por la red cuando entra una clienta. La veo por el rabillo del ojo en los monitores de vigilancia. Tiene pinta de guiri jovencita, por lo cual me levanto de mi silla como un resorte a la vez que le oigo preguntarle a la auxiliar si habla inglés. Como no tiene ni papa idea, me mira pidiendo socorro. Me toca hacer de interprete. Descubro a las siguientes palabras que no es inglesa, no habla con suficiente fluidez y me mira raro cuando hablo muy rápido. Oh, es francesita descubro (son mi debilidad, y además la miro mejor: no está nada, pero que nada mal) Empieza a preguntarme por un producto en concreto y que es para el sol. Se levanta un poco la camiseta y me enseña un ombligo perfecto pero al rojo vivo (los guiris he descubierto que se creen inmunes a los efectos del sol, luego les pasa los que le pasa y tienen que venir a verme). Mientras yo hablaba con la francesita, habían entrado más clientes en la Farmacia. Así que voy a la aventura para ver si encuentro por lo que me preguntaba, me pongo a mirar las cosas para el sol. No hay nada que se le parezca, así que pregunto a la auxiliar. Me dice que con esa casa comercial no trabajamos, así que me propongo venderle las cosas de nosotros. Le cuesta aceptar que no tenemos esa marca, asi que sin previo aviso se levanta la camiseta de nuevo hasta llegar a sus pechitos, sip, pechitos o también conocido por tetamen ante mi más que evidente sorpresa por estar viendo lo que me está enseñando(No llegue a ver pezones, aclaro) . Quedo un poco en shock. mientras ella me habla que tiene mucho quemado y le pica. Creía que ese punto había quedado claro, intento quitarme de la cabeza lo que acabo de ver. Difícil, muy difícil... Le acabo dando un aftersun y una protección, diciéndole que se cuide que no es cosa de quemarse a ese nivel. Aun no he digerido lo que vi.... No sabía que en una farmacia una clienta joven así sin más se despelotara...
2.- La auxiliar está atendiendo y no soy de ayuda. Sigo sentado en la mesa del ordenador, y ¿adivináis qué? Estoy navegando por la red sin rumbo de nuevo. Oigo la puerta abrirse y entran unos chavales. Me levanto y les pregunto que desean. Son moros. Veamos que quieren, igual puedo ser de ayuda. Me pide que le deje un boli. En las farmacias es muy comun estas actitudes de entrar a pedir ayuda de mil razones, como llegar a un determinado sitio, que les busquemos telefonos o cosas más rarsa. Asi que en esto creo que puedo ayudar.Igual necesita escribir alguna cosa urgente. Me acerco a la mesa y cojo un bic. Procedo para dejárselo cuando aprecio movimientos extraños. Les veo que están un poco nerviosos, como queriendo irse. Decido actuar con prudencia. Mientras voy acercando el boli, le veo que estira el brazo y gira el cuerpo. Uh, alarma en la cabeza. Quiere llevarse el boli, no que se lo deje. Gran diferencia. Sin que me dé cuenta, el morito ya ha alargado la mano hasta alcanzar el boli y tira. Mis cojones 33, me digo. Tiro yo más preparando el manotazo con la izquierda como no se le ocurra soltarlo. Le había preguntado para que era y me dice que para unas firmas. No le voy a dar un boli le digo. Acabo consiguiendo recuperar el boli y el morito no deja de decirme que se lo dé, que tengo muchos. Le contesto que no soy una ONG regala bolis y que se largue a comprarlo. Se va por la puerta gritando cosas. Lo flipo un ratico, si te descuidas te la lían.
Hasta aquí los Momentazos F (I), mañana probablemente más.